Usted esta aquí
Inicio > Regionales >

Editorial: Buenas y malas para el transporte

Dos buenas noticias marcaron la semana pasada para los roquenses que se desplazan habitualmente por los caminos que comunican la ciudad con otros puntos del Alto Valle.

La confirmación del financiamiento para construir una ciclovía sobre uno de los costados de la Ruta 6 alienta la expectativa de generar por fin un sendero seguro para las decenas de vecinos que a diario conectan sobre dos ruedas la zona urbana con Paso Córdoba.

Hay esfuerzos compartidos en ese proyecto, impulsado por la anterior gestión provincial, retomado por el actual gobierno y acompañado por el municipio, que el miércoles pasado firmó el convenio específico para licitar las obras, con una inversión que supera los 109 millones de pesos.

La otra buena nueva tiene que ver con la extensión del Tren del Valle, que en poco tiempo unirá Roca con Senillosa.

La sola presencia de un medio alternativo de transporte derivará en diferentes beneficios para los usuarios.

En principio, por la posibilidad de salir de un esquema donde muchos se sienten cautivos.

Y segundo, porque la misma competencia provocará mejoras en el servicio de colectivos interurbano, porque los concesionarios ya perdieron pasajeros producto de la pandemia y seguramente buscarán evitar una caída más profunda a manos del tren.

Dentro del terreno del transporte, lo que parece estar menos aceitado es el proceso para encontrar finalmente al nuevo responsable del servicio urbano de Roca.

La intendenta, María Emilia Soria, recibió en mano en Buenos Aires la matrícula que extendió el Inaes para cooperativa que formaron extrabajadores de la empresa 18 de Mayo.

Un extraño gesto, teniendo en cuenta que el municipio no forma parte de esa nueva estructura y lejos de eso, es quien deberá controlarla para que no haya perjuicios para los verdaderos representados por el Ejecutivo, que son los usuarios.

También fueron llamativas las declaraciones posteriores de la mandataria, celebrando que la concesión se quede en Roca.

“No viene nadie de afuera a inventar cosas raras y a dejarnos cómo nos dejaron, en Pampa y la vía”, afirmó.

Los prestadores anteriores también eran de Roca, pero no gozaron de ese espíritu localista en las negociaciones con el gobierno.

Y si algo faltara para sumar confusión, no hay que pasar por alto los reparos que pusieron los mismos miembros de la nueva cooperativa, porque al cierre de la semana pasada todavía no los habían convocado a debatir la futura concesión.

Ese apuro es entendible, porque se trata de trabajadores que buscan salir a flote luego de verse cara a cara con la desocupación.

Pero las demoras del gobierno también son entendibles.

No debería esperarse premura en un tema que siempre fue abordado a último momento, desde la gestión anterior a la actual. Si no fuera así, no se habría licitado un par de semanas antes de que venciera la concesión, no habría naufragado ese proceso y no llevaríamos seis meses con un servicio “de contingencia” que está muy lejos del ideal.

Hugo Alonso

[email protected]

(Gentileza lacomuna)

Ir arriba