De la misma forma que el año pasado, la intendenta María Emilia Soria inició el 2021 con señales disruptivas.

Después de ocho años con estilo rígido, conservador, la nueva etapa inaugurada con la asunción de la primera mujer al frente del municipio asomó con aires de renovación, tanto hacia dentro como hacia fuera del gobierno. Aun sabiendo de las tensiones que generaría, la jefa comunal se desprendió inicialmente de funcionarios que fueron claves para el andamiaje armado por su hermano, mostró predisposición para el trabajo conjunto con la administración provincial y creó un área focalizada en el desarrollo productivo, priorizando una política pública que hasta entonces había quedado relegada, detrás del asfalto y el cordón cuneta.

Claro, en marzo todos los diseños y estrategias quedaron desarticulados por la pandemia de covid-19 y nada fue ni siquiera parecido a lo imaginado. Hoy los roquenses conocerán los trazos principales del proyecto municipal para el 2021.

En el día en que su padre cumpliría 72 años, la intendenta llegará al Concejo para detallar cómo piensa atravesar el primer año planificado de principio a fin por su gestión. Y en las horas previas volvió a mostrar ese perfil alejado de las posturas inflexibles que durante tanto tiempo surgieron desde el municipio. El dato más relevante: la participación oficial del gobierno en la inauguración de la sede de la Seccional Alto Valle Este del gremio ATE. Tal vez a la intendenta le pareció mucho concurrir al acto, pero la presencia de los titulares de Gobierno y de Hacienda fue suficiente señal en favor de un sindicato cuyo principal referente fue hasta denunciado penalmente años atrás por una irrupción violeta al edificio municipal. Los tiempos y las necesidades cambian. Dos días después de esa presencia amistosa, Roca cerró sin sobresaltos su paritaria municipal, mientras otros intendentes cercanos padecían manifestaciones llenas de pecheras verdes. El mismo día que el acto de ATE, Soria sí aceptó ir a la presentación de rally regional y allí volvió a mostrarse distendida junto a la gobernadora, Arabela Carreras. Ese vínculo puede registrar diferencias de puntos de vista, lógicas en cualquier proceso democrático, pero no exhibe disputas absurdas ni desplantes desde hace meses. Un paso adelante, luego de años de choques con suma cero para el 99% de los roquenses. Ahora bien, los gestos delinean un estilo pero hace falta mucho más para consolidar una nueva era. Y por suerte, hay campo fértil delante. Una gestión que muestre más claramente sus números, que hable abiertamente sobre sus inversiones bancarias y su estrategia para el uso de los recursos, que regule el acceso a la información pública, la distribución de la publicidad oficial, seguramente fortalecería su chapa de gobierno moderno y disruptivo ante las experiencias recientes. El mensaje de esta mañana, en el inicio de sesiones del Concejo Deliberante, permitirá saber cuánto hay de esa vocación transformadora en este momento de la historia.

Por: Hugo Alonso [email protected]