Mediante un comunicado, expresaron que “nuestros representantes se han esforzado en destruir la rentabilidad de las empresas durante las últimas décadas, y a esto se sumó la pandemia, que profundizó el deterioro económico, obligando a muchos a abandonar, o migrar a la informalidad. Es imperioso que entiendan que, sin rentabilidad, no existe incentivo para emprender, y no es posible sostener los emprendimientos en marcha”.

“Las palabras productividad y previsibilidad, no son conocidas por el gobierno actual. Y ambos son los pilares fundamentales de cualquier actividad económica. Ajeno al impacto que tiene en el sector productivo el actual estado de la economía, siguen sin hacerse cargo de su inoperancia y por eso cargan sobre las espaldas de la actividad privada, todo el peso de sus malas decisiones económicas”

Además, aseguraron que “pocas Pymes podrán solventar el pago del Bono de Fin de Año, que es un anuncio imprevisto, fuera de los cálculos de costos. Una nueva erogación que se da en un contexto de bajas ventas, falta de insumos para producir, cepo cambiario, y alta presión fiscal. Una medida que solo viene a profundizar la destrucción de la rentabilidad”.

Es hora que el estado se haga cargo de sus malas decisiones. El Bono de Fin de año, debería ser mayor, pero solventado por la disminución de los gastos innecesarios del gobierno. Pero el gasto sigue elevado, como si viviéramos en un país floreciente, y eso demanda más emisión, que genera más inflación, y lo que se traduce en una pérdida en el poder adquisitivo de los trabajadores. Pero claro, en vez de corregir los errores propios, es más fácil trasladar la crisis a las espaldas de quienes arriesgan y hacen malabarismos para sostener su actividad”, concluyeron.