La obra mural que representa al arte rionegrino se llama «Salud y optimismo» y fue realizada del 14 al 16 de diciembre en una de las paredes del edificio de consultorios externos, dentro del predio del hospital Francisco López Lima.  

La imagen se puede apreciar desde calle av. Roca esquina San Luis, justo frente al edificio de la Ciudad Judicial, y está basada en la siguiente frase del Doctor Ramón Carrillo, primer ministro de Salud de la Argentina: «la medicina no sólo debe curar enfermos, sino también enseñar al pueblo a vivir con salud y optimismo». Además constituye un homenaje más del artista a los trabajadores y trabajadoras de la Salud, que estos años han redoblado sus esfuerzos cuidándonos de la pandemia por covid, y que mantienen una lucha constante por mejora de salarios y condiciones dignas de trabajo.  

En plena pandemia, y por iniciativa del grupo «No estás solo», el artista ya había realizado otro mural homenaje en un panel emplazado hoy en la entrada del Hospital. 

Esta obra se realizó en el marco del proyecto ganador por la provincia de Río Negro del 1º Concurso Nacional de Muralismo “Ramón Carrillo”, que contempló la realización de 24 murales en todas las provincias de Argentina, más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tal iniciativa surgió del Convenio Marco de Cooperación Institucional al que suscribieron el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Salud de la Nación.   

Se trata de una obra pictórica que ilustra la famosa frase de Ramón Carrillo: 

“La Medicina no sólo debe curar enfermos, sino también enseñar al pueblo a vivir con salud y con optimismo para que la vida se prolongue y sea digna de ser vivida”. 

Una imagen central de una enfermera, que mostrará gráficamente tres momentos: uno de tristeza y contención, otro de acción (vacunando a un ciudadano)y un tercero de satisfacción y alegría. Vemos también, en el centro del personaje, un inmenso corazón remendado en alusión a la tristeza que convive con su alegría. De ella surge una murga (¡música y color!) con la cual bailan, al principio, una pareja de ancianos y luego dos adultos (hombre y mujer), con un niño feliz a caballito. Todos representantes de sus grupos etarios (y con las mismos colores de ropa, quizás para significar que son todos uno). 

La frase (resumida) de Ramón Carrillo aparece sobre un fondo que simboliza la ciencia médica y la investigación.