En materia de conflictos vecinales, el verano suele llevarse todas las palmas. Por lo general, porque al haber más horas de luz solar hay más tiempo para encontrarse con las actitudes que pueden resultarnos desagradables de nuestro vecino. O, lo que es peor, tener que tolerar las fiestas de jóvenes y adolescentes a quienes la música a todo volumen hasta la madrugada parece conectarlos con el Nirvana.

A diferencia de los conflictos “por la sombra”, estos casos sí están contemplados como contravenciones en el código de faltas municipal: ruidos molestos o fiestas no autorizadas. El problema suele pasar por la falta de oportunidad para realizar la denuncia: durante la madrugada, los inspectores municipales no están trabajando. O realizan inspecciones en los centros de fiestas habilitados.

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¿Cómo hacer para que esos “trastornados” vecinos se calmen un poco y poder dormir, porque después uno tiene que ir a trabajar con cara de trasnoche sin disfrute? La respuesta más a mano puede venir recurriendo al 911: si uno logra serenarse y convencer al recepcionista de la gravedad de lo que está ocurriendo, entonces le mandará un patrullero al domicilio en cuestión para invitarlos a “bajar el volumen”.

Por lo general, suele surtir efecto. Aunque a veces, pasados unos minutos de la visita policial, el ruido puede retornar a los mismos niveles, en un claro desafío a quien se sienta afectado. En estos casos, uno puede recurrir a la justicia de paz: el nuevo código contravencional de la provincia tiene un artículo dedicado a la “perturbación a la convivencia”. Y apunta que es punible “quien con ruidos de cualquier especie, aparatos eléctricos, o abusando de instrumentos sonoros, o que no impida el estrépito de animales, o ejerciere un oficio ruidoso, de modo y en lugar contrario a los reglamentos y ordenanzas municipales, perturbando de manera continua el reposo de las personas”.

También el Juzgado municipal de Faltas puede tomar parte, aunque como el caso de la justicia de Paz, siempre es mas complicado intervenir cuando se trata de una fiesta en un domicilio particular que en un local habilitado. Las denuncias se puede realizar en la sede del  Juzgado (Planta Baja del Concejo Deliberante, Av. Roca y Villegas), o consultando telefónicamente al 443 – 9150. Para esta problemática (que puede encuadrarse dentro de lo que llama “Procedimientos Generales”), atienden solo de 8 a 12.30 hs.

¿Qué datos hay que incorporar? Primero, hay que preparar un escrito explicando el tema; después, presentar alguna prueba: una lista de testigos, por ejemplo (otros vecinos que se hayan visto perjudicados por la situación), o hasta alguna grabación del sonido ambiente (en ese caso, conviene por ejemplo hablar explicando qué ocurre, para que se pueda comparar el volumen).

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