Finalmente, el cuerpo hallado por un pescador durante la tarde del sábado en Mainqué, pertenece al profesor Pablo Iglesias Cortina, desaparecido desde el 11 de junio en la zona de Paso Córdoba de Roca. Trascendió que la propia familia lo reconoció, pero de todas maneras la Justicia no lo confirmó oficialmente y esperarán el resultado de la autopsia.

Según se pudo establecer, el cuerpo se encontraba en un buen estado de conservación por lo cual familiares pudieron reconocerlo, también los restos de la ropa que llevaba puesta cuando desapareció hace 24 días. Sin embargo el Ministerio Público no brindó ninguna confirmación, sólo en un escueto parte de prensa explicó que será sometido a una autopsia y que los resultados recién se conocerán mañana.

Al pescador que dio aviso a la Policía se le tomó declaración y trascendió que lo encontró semisumergido entre las ramas del sector de la vieja balsa, unos 3 kilómetros aguas abajo del balneario de Mainqué. Al tener una señal de celular deficiente, tuvo que recorrer una buena parte del camino de acceso hasta que se pudo comunicar con la Subcomisaría 66° para dar aviso.

El personal de Prefectura Naval estuvo a cargo de sacar el cuerpo del cauce del río Negro, y del operativo también colaboraron los Bomberos Voluntarios de la ciudad. En tanto que la Policía cercó la zona para evitar el ingreso de curiosos al lugar.

Iglesias, un ex sacerdote que dejó los hábitos y formó una familia con una mujer que conoció mientras estaba designado en una parroquia de Huergo, se arrojó a las aguas del río Negro desde el puente de Paso Córdoba en Roca. Su auto apareció abandonado contra la baranda lateral y los perros rastreadores no lograron encontrar ningún rastro.

La esposa de Iglesias relató hace unos días que el docente había sido dado de alta luego de tener Covid y había quedado con mucho miedo de no poder respirar y morir asfixiado. El día de su desaparición, salió de su casa muy temprano a la mañana para ir a un turno con el neumonólogo que lo atendía.