Tienen entre 17 y 19 años, y pertenecen a una generación en la que el cuidado del medio ambiente forma parte los aprendizajes que recibieron a lo largo de su educación escolar. A punto ya de finalizar sus estudios de nivel medio tomaron el desafío de trabajar con proyectos para un ambiente más sustentable.

Son alumnos del sexto año técnico del Instituto Nuestra Señora del Rosario, que este año participarán en el Desafío Eco YPF, con el desarrollo de un auto eléctrico con el que competirán en los primeros días de diciembre en el autódromo Juan Galvez de Buenos Aires, junto a otros alumnos de otras 100 escuelas técnicas de distintos puntos del país.

No será la primera vez los alumnos de esta escuela de nivel medio toman participación en el Desafío ECO YPF; sino que esta será la cuarta oportunidad en la que participarán, aprovechando las experiencias que se cosecharon en 2018, 2019, con el vehículo que se fabricó en 2020, pero que participó junto a otro fabricado en 2021.

“La ventaja de este año es que mientras se trabaja sobre el proyecto para el nuevo vehículo eléctrico, ya están trabajando sobre el modelo del año pasado. La idea es mejorarlo y dejarlo en funcionamiento para ir adquiriendo práctica para las distintas pruebas que se harán en autódromo de Buenos Aires”, comentó Pablo Zaccarías, docente que tiene a su cargo la coordinación del proyecto.

“Para explicar lo que sería este desafío es una competencia de autos eléctricos de emisión cero. Lo que hemos aprendido a lo largo de los años de estudio en esta modalidad técnica, lo volcamos ahora en el desarrollo del vehículo. Hay mucha investigación, evaluación y principalmente trabajo de grupo, somos 19 y entre todos tenemos que ir acordando lo que vamos a hacer”, comentaron los jóvenes que toman parte del proyecto.

La idea es poder llegar para setiembre con el vehículo de prueba con todas las modificaciones que planifican introducir; para luego poder desarrollar una serie de pruebas en el autódromo de General Roca; mientras al mismo tiempo avanzan con la construcción de segundo vehículo que será el que estará en la competencia.

“Este proyecto tiene que ver con el pensamiento a futuro por un ambiente más saludable, en el desarrollo de nuevas tecnologías. Hay países que están muy avanzados en el desarrollo. Avanzar en este sector del mundo con todas estas ideas está buenísimo. Es importante sentar las bases para que las próximas generaciones tengan una base para un ambiente más sustentable”, comentaron Ángel Lemunao, Ezequiel Harina, Juan Manuel Gutierrez, Lautaro Manso, Fausto Passamonti y Luciano Robles como voceros del grupo.

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Los trabajos comenzaron semanas atrás con la evaluación de los vehículos que ya participaron en años anteriores y poder hacerlos más eficientes.

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“A nivel nacional hay muy pocos autos eléctricos ni tampoco hay estaciones eléctricas para la recarga de los vehículos, a diferencia de países donde sí están avanzando en esta materia. Participar de un desafío en el que te inculque esto es muy importante para el avance cultural y social que implica tener autos eléctricos”, agregaron.

En pensamiento para el desarrollo de este tipo de vehículos va más allá, sino que también apunta a un cambio en la matriz de generación de energía de manera sustentable.

“Es propuesta atractiva, porque es para el futuro, es para el hoy, porque suma una experiencia que serán valiosas para nuestras vidas y para que queremos hacer a futuro. Nos plantea el desafío de pensar en otras formas más sustentables para no continuar contaminando el ambiente”, apuntaron finalmente.

“Lo importante es la experiencia”

“Más allá de poder llevar todos los aprendizajes a la práctica con el desarrollo de un vehículo eléctrico, y de que se trata de una competencia, nosotros siempre insistimos que lo importante es la experiencia”, dijo Pablo Zaccarías, docente que coordina la tarea de los alumnos de sexto año técnico para fabricar el auto eléctrico con el que competirán en diciembre en el autódromo Juan Gálvez en el marco del Desafío Eco YPF.

Desde 2018, Zaccarías tiene a su cargo la coordinación de trabajo que llevan adelante los alumnos. “El año pasado estuvimos muy cerca de poder completar la prueba de Endurance que es la que otorga mayor puntaje; pero los chicos obtuvieron una mención por el trabajo en equipo. Cuando surgieron problemas todos estaban trabajando sobre el auto”, comentó.

Indicó que desde la primera participación en el desafío, cada año se fue mejorando el diseño y rendimiento de los vehículos que deben pasar una revisión técnica, por pruebas de aceleración, de maniobrabilidad y finalmente de duración, en el que se debe recorrer la mayor distancia posible en el tiempo establecido para la prueba.

“En 2020 por la situación de pandemia, los alumnos del sexto año desarrollaron el vehículo, pero la competencia no se hizo. Por eso el año pasado, nuestra escuela participó con dos vehículo, el que se fabricó en 2020 y el que se hizo en 2021. Este año vamos a evaluar si también vamos a participar con dos vehículos”, comentó.

Proyectos para un ambiente sustentable

El interés por desarrollar proyectos que busquen reducir el impacto ambiental, no está solamente ligado a la producción de un vehículo que funciona con electricidad sin generar emisión de gases.

“Hay varios proyectos que tenemos a nivel social y económico, que los estamos preparando para fin de año. Lo que nos planteamos es cómo solucionar algún problema que puede ser social, económico o ambiental”, indicaron.

En base a estas problemáticas, uno de los proyectos sobre los que están trabajando en la fabricación de un termotanque solar. Un segundo proyecto es el diseño de una planta que permita procesar el plástico; lo que dará por un lado una solución a este tipo de residuos.

El tercero está dirigido a la principal economía del Alto Valle, El objetivo es hacer más eficiente el proceso de paletizado de envases con frutas que son procesadas.