En una emotiva vuelta a las ondas radiales, Andy Kusnetzoff no pudo contener el llanto al hablar por primera vez de la muerte de su padre, Juan Carlos Kusnetzoff. Durante su programa «Perros de la calle», el periodista compartió con sus oyentes y el psicoanalista Gabriel Rolón las dificultades emocionales que ha enfrentado desde el fallecimiento.

Con gratitud hacia su equipo de producción y su audiencia, Kusnetzoff reconoció que no había podido prepararse para esta pérdida tan dolorosa. A pesar de haber buscado apoyo en terapia, el humor, que siempre ha sido su refugio, no ha logrado alejar la tristeza. Gabriel Rolón, presente en el programa, destacó la dificultad de comprender que alguien tan cercano ya no está y que no hay forma de prepararse para este tipo de situaciones.

La charla entre Kusnetzoff y Rolón permitió profundizar sobre el proceso del duelo y cómo este afecta tanto a quien lo atraviesa como a las personas cercanas. El periodista reveló que su padre había tenido un grave accidente cerebrovascular hace 25 años, del cual logró sobrevivir pero quedó en coma. Durante esa etapa, la familia pensó que no volvería a despertar, pero el hecho de que haya vivido 25 años más fue una bendición.

Andy Kusnetzoff también expresó el pesar que siente por aquellos que conocieron a su padre y le enviaron mensajes recordándolo. Enfatizó en que, si bien él siempre le había dicho todo, no estaba seguro si esas personas habían compartido esas palabras con él. Esta reflexión dejó en evidencia la importancia de expresar nuestro amor y gratitud mientras tenemos la oportunidad.

Con un mensaje conmovedor, Kusnetzoff agradeció a su padre y manifestó que le había encantado ser su hijo y compartirlo con su audiencia. En ese instante, se hizo escuchar el tango «Pavadita», la cortina musical favorita del Doctor K, como un homenaje a su memoria.

El llanto y la vibrante emoción de Andy Kusnetzoff durante el programa dejaron en evidencia el profundo amor y la herida que deja la partida de un ser querido. La conversación entre el periodista y Gabriel Rolón sirvió como un espacio de contención y reflexión sobre las complejidades del dolor y la importancia de valorar los momentos compartidos. La pérdida de su padre marca un antes y un después en la vida de Kusnetzoff, quien sigue adelante con su programa, pero con un vacío que solo el tiempo podrá sanar.