“Hace más 18 años que vivo acá y ya había problemas de cañerías”, comenzó a lamentarse Rubén “Coco” Costa, dueño de la Gomería Agustín ubicada en La Plata 1459.

Uno de los epicentros de la falta de obras integrales, que reparen y prevengan otros tipos de complicaciones, se puede observar sobre la esquina de calle La Plata y Bahamas, en barrio Ceferino.

Los vecinos sostienen que, si bien existen épocas donde los episodios de contaminación disminuyen, la situación ha llegado al límite del “hartazgo” y la “resignación”.

“No puedo ventilar y el olor es insoportable. La gente no quiere entrar a mi negocio porque no quieren mojar las cubiertas con aguas cloacales”, enfatizó “Coco”, lamentándose por la pérdida de sus potenciales clientes.

El dueño de la gomería consideró que están “resignados” a perder el tiempo. “Hacemos ruido y no arreglaron nada en 20 años. Te tenés que acostumbrar y resignarte a esta realidad”, enfatizó.

Otro de los vecinos que se mostró molesto y perjudicado por la rotura de caños cloacales es Joel Calman, dueño de un gimnasio frentista la esquina problemática.

“El problema es histórico. Hace una semana arreglaron un caño, lo taparon con tierra pero sigue igual. Cada 15 días tienen que venir a reparar”, explicó Calman.

Pese a que el vecino reconoció que durante los días fríos el olor no se “siente” tanto, en los veranos le resulta imposible contener los olores adentro del gimnasio. “No es solo afuera, sino que se emanan olores desde la pileta del baño o los mismos inodoros”, profundizó Calman.

Cuando llueve, la situación se agrava por el incremento en el caudal de las “napas” de agua que suelen desbordarse.

Por mucho tiempo, en esta zona de la ciudad, el acceso al agua como recurso debía generarse a partir de las perforaciones. Esto provocó que se generen múltiples pozos en el asfalto, que “estropean” los vehículos. “Por acá pasa el colectivo y camiones con muchos kilos”, detalló Costa.

Situaciones similares han ocurrido en la esquinas de calle La Plata y Jamaica (acta labrada a fines de febrero 2022); y La Plata e Israel (con 6 actas nuevas desde febrero hasta abril del 2022).

Denuncia y amparo

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A raíz de los desbordes cloacales detectados en la zona de calle La Plata entre Mendoza y Bahamas, las autoridades municipales iniciaron, en el año 2019, una acción de amparo en la Justicia.

Tras esta presentación, el Juzgado Civil I dictó sentencia en septiembre de 2019, la cual fue confirmada por el Superior Tribunal de Justicia en noviembre de 2019.

En la sentencia se condenó al gobierno rionegrino, al DPA y ARSA, y les ordenó que realicen las obras necesarias para evitar desbordes y también el saneamiento del lugar.

Ante la existencia de nuevos episodios, desde el municipio procedieron a labrar nuevas actas de constatación, las cuales fueron anexadas a la primera presentación judicial.