En un testimonio que ha causado sorpresa y controversia, los jugadores de Vélez acusados de abuso sexual han brindado su versión de los hechos ante la Justicia. Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio han defendido su inocencia y aseguran que las relaciones fueron consentidas.

Según relatan, aquella noche en el Hotel Hilton, la periodista denunciante se mostró interesada en ellos desde el principio. Florentín cuenta que la joven se bañó en presencia de los jugadores y luego se sentó en la cama. Allí comenzaron a besarse y tener relaciones, que no duraron mucho debido a la velocidad con la que él acabó. Sin embargo, asegura que no hubo ningún incidente involuntario y que se disculpó por su prontitud.

Cufré, por su parte, afirma que la joven se mostró relajada desde el primer momento y que todos estaban charlando distendidamente. Cuando ella manifestó su intención de bañarse, los jugadores se sorprendieron, pero no le prestaron mayor atención. Cufré asegura que Florentín comenzó a darle masajes y que comenzaron a besarse, sin ningún indicio de resistencia por parte de la denunciante.

Osorio, por su lado, sostiene que la invitación a la joven fue impulsada principalmente por Sosa. El relata que durante la estadía en la habitación, la chica se acostó en la cama de otro jugador, mientras Florentín le hacía masajes. Osorio confiesa que no tenía deseos de tener relaciones sexuales con ella y simplemente la abrazó. Según su testimonio, no hubo presión por parte de los jugadores y la joven se mostraba segura en todo momento.

Es importante destacar que Sebastián Sosa, el arquero del equipo, ha sido el único liberado hasta el momento, aunque continúa bajo investigación. El afirma que en ningún momento vio que la denunciante estuviera incómoda y mantuvo comunicación con ella antes y después del encuentro. Sosa se muestra sorprendido por la situación y considera que la acusación es exagerada dadas las circunstancias.

La Justicia continuará profundizando en la investigación para determinar la veracidad de los testimonios y las acusaciones. Mientras tanto, los jugadores permanecerán en prisión domiciliaria y bajo vigilancia policial.