Guillermo Pereyra, el histórico líder del sindicato de Petroleros Privados durante más de 40 años, fue internado en terapia intensiva de un sanatorio particular de Neuquén capital. Según trascendió, sufrió un ACV hemorrágico y su estado sería extremadamente complejo.

Hace un mes, Pereyra anunció que se retiraba de la actividad pública, renunciando a los tres cargos que aún concentraba: la mutual, la obra social y la ART que se organizaron desde el gremio. En ese momento, reconoció que debía concentrarse en un mayor cuidado de su salud aunque no brindó más detalles.

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Fuentes gremiales indicaron que el dirigente, de 83 años se descompensó anoche mientras cenaba con sus familiares. Fue trasladado de urgencia al CMIC Neuquén, donde quedó internado en terapia intensiva. Su estado sería “irreversible”, precisaron.

Pereyra fue la cabeza visible de aquel primer sindicato de Petroleros, a comienzos de la década del ’80, cuando todavía la mayoría del sector se encuadraba en SUPE, el sindicato de Petroleros del Estado. El crecimiento exponencial comenzó en los ’90, con la privatización de YPF. Quedó cómo única referencia gremial del sector e incursionó hacia otras actividades.

Desde la conducción gremial, Pereyra supo expandir su influencia en áreas económicas: no sólo la ART, la mutual y la obra social, directamente vinculados al gremio; sino una serie de empresas de servicios.

En el ámbito de la política, siempre fue un referente del Movimiento Popular Neuquino, pero recién a fines de los ’90 empezó a dar pasos más relevantes. Entre 1995 y 1999 fue legislador provincial en representación del “felipismo”; y en 2013 logró imponerse en la interna a Jorge Sapag y alcanzó la senaduría nacional.