Con reposeras a las rastras y cartas en mano, desde un segundo vallado, los vecinos esperaron pacientes a la llegada del presidente de la nación, Alberto Fernández.

“Somos el pueblo, podríamos haber estado tranquilamente más cerca del presidente. Me parece que esto no tiene ningún significado, el vallar acá y que nosotros estemos de este lado me parece que no va en un acto público” expresó una vecina.

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“Nosotras vinimos a acompañar a Marcela Platero que fue la que recibió la casa número 60.000, la última que pasó. Así que venimos muy contentas por eso” señaló la sobrina de una adjudicada que asistió al evento. 

Por protocolo de seguridad, los titulares solo podían ingresar con tres acompañantes. La adjudicada número 60.000 vivía en una casa prestada en el barrio Progreso. Con la llegada del sorteo, tanto ella como su hijo accedieron al sueño de la casa propia. 

“Cuando nos enteramos del sorteo nos anotamos varios de la familia, fuimos partícipes de entregar la documentación y en el momento del sorteo salió el número de ella como la titular. Supercontentas y emocionadas, a partir de ese momento empezamos a hacer todos los trámites para poder llegar a la adjudicación de la casa” detallaron.  

Con banderas y redoblantes, participaron integrantes de las organizaciones gremiales del Movimiento Evita, UOCRA, MiLES y Asspur. 

“Nosotros somos trabajadores de la salud del hospital de General Roca. Hoy llegó un plan de contingencia por la llegada del presidente y estamos todos preparados para poder asistirlo si es que tiene algún inconveniente de salud” detalló Hugo Rojas, secretario de la organización de Asspur que estuvieron presentes en el acto. 

“También hemos traído una carta que le vamos a hacer llegar al presidente” comentó Rojas donde plantearon “la posibilidad de tener una personalidad jurídica o una inscripción gremial para podernos representar a nosotros mismo desde trabajadores de la salud”

Para achicar las distancias, dos trabajadoras del ejecutivo se acercaron al vallado y recibieron las cartas de los roquenses, algunas escritas a puño y letra, destinadas a Fernández.