Una vez más, el Municipio avanzó contra la canchita de fútbol de Fiske Menuco. A drede o no, esto no trae los mejores recuerdos para los vecinos del lugar. Otro de los episodios se vivió en las 160 viviendas.

Esta semana, una vecina se comunicó con un medio roquenseoca para denunciar que las máquinas municipales habían destrozado la canchita histórica del barrio, la que alguna vez, los propios niños y niñas del barrio habían defendido contra las topadoras que había enviado Martín Soria en 2015.

En aquella oportunidad, con piedras en manos y atados a los arcos, los más chicos resistieron el desalojo de la cancha. En ese momento, los niños y las niñas demostraron lo que es la identidad y la convicción.

Hoy, ocho años más tarde, la canchita quedó destruída y los vecinos llaman «a la reflexión a la intendenta para que cese de forma inmediata la violencia hacía las infancias, adolescencias del barrio».

En aquel lugar, se emplaza el “Ángel de la memoria”, que recuerda aquella jornada histórica. El mismo fue hecho con los arcos viejos que decidieron reutilizarlos para hacer el pequeño monumento en conmemoración a la resistencia de aquel día.

 

“Contrariamente a lo que cualquier niña, niño haría por una canchita de fútbol, la gestión de la familia Soria en nuestra ciudad destruye el único espacio libre, comunitario que tiene el corazón del Barrio Fiske Menuco”, señaló la vecina.

“Sin embargo -continúan- pareciera ser que en el ADN de los Soria circula mucha violencia que no les deja ver el derecho de las infancias, adolescencias de casi mil familias y del Equipo Unión de Roca que al día de hoy se quedaron sin el único espacio de juego y recreación del barrio porque María Emilia Soria logró concretar lo que su hermano Martín no pudo realizar” finalizó.

Además, días atrás, en otro espacio público de la ciudad, avanzó un loteo donde vecinos reclamaron que el Municipio no respetó el trabajo de años de ciudado y mantención de quienes viven en ese barrio.

Se trata de un espacio verde ubicado en el barrio 160 viviendas, en calle Cuba y 223 bis. Las personas que se comunicaron con este medio aseguran haber presentado un reclamo firmado para evitar el loteo, pero no recibieron respuestas.