En los últimos días una masa de aire frío de origen polar ha logrado llegar al norte de la Patagonia. Seguirá avanzando tan al norte como Paraguay y el sur de Brasil. El escenario más posible para los próximos días parte de la base que el aire frío llegó asociado a un gran sistema de alta presión migratorio, que dio como resultados heladas intensas. Estas aportaron las temperaturas más bajas en lo que va del año. Por caso, la estación INTA Alto Valle anotó una mínima de -9.3 °C, una situación totalmente normal y esperable para esta época del año. Lo que no es tan normal es la presencia de la nieve en las ciudades de esta región, tema del que se habló esta semana. El meteorólogo Enzo Campetella, uno de los creadores de «Tiempo Patagónico», explicó que qué pasa detrás de estos pronósticos.

El sistema de alta presión ya ha comenzado desde ayer a la tarde a retirarse al noreste. Por esto, la región ha comenzado a recibir viento del sector este. Al mismo tiempo, un sistema de baja presión sobre la costa central de Chile podría dar condiciones para que esta masa de aire con algo más de humedad proveniente del océano Atlántico sea obligada a ascender.

Atención: lo que sigue no aparece en sintonía entre todos los modelos meteorológicos más usados para el pronóstico. Sí es altamente probable que en ese proceso se genere nubosidad baja, y que el ambiente persista muy frío y húmedo. Las condiciones para la ocurrencia de nieve son más altas en las mesetas más elevadas como el centro de Neuquén al oeste de Cutral Co, al sur de El Chocón, y el centro de Río Negro. Estas situaciones dan nevadas menos intensas en la cordillera, aunque esa probabilidad estará latente especialmente de San Martín de los Andes al sur, con mayor chance entre jueves y viernes. 

En el caso de los valles, la probabilidad de nieve no aparece muy marcada. La posibilidad más cierta al día de hoy es la mezcla de aguanieve desde Villa Regina al oeste, y lluvias o lloviznas incluyendo el valle medio con muy baja sensación térmica. Ya para el fin de semana se presentaría mayormente despejado y frío.

Es interesante aportar algunos conceptos sobre la interpretación de información meteorológica. Es muy común que se tome algún mapa de las apps que se tienen en el teléfono y no importando la cantidad de días por delante de pronóstico, se lo tome como un dato definitivo. La mayoría de los modelos que se utilizan son de tipo determinístico. O sea, parten de la base que conociendo un momento inicial de la atmósfera, podemos conocer su evolución con el tiempo, sabiendo que el grado de error crece en ese mismo sentido. Pero los resultados de cada modelo dependen de cuál es su base de cálculo, cómo toman la situación inicial, y cómo se ajustan a lo que está realmente pasando en la atmósfera. 

Nuevas técnicas de uso en meteorología nos permiten comparar varios modelos corridos en diferentes situaciones iniciales, y ver estadísticamente cómo se comportaría la atmósfera. La imagen que acompaña la nota muestra cómo varios modelos entregan información que puede diferir en variables como la cantidad de lluvia, o la curva de temperaturas.

Por ejemplo, para el caso de la chance de nieve en la zona oeste del valle, el análisis de todos los modelos en conjunto indican que es de un 6%. O sea, la posibilidad es baja, aunque no es nula. No es una situación donde el evento aparece como totalmente probable. Sí es cierto que existe una mayor chance de aguanieve, mientras que la nieve sería más posible sobre las bardas. Para los amantes de la nieve en el valle debería ser una buena noticia, porque aunque baja, la probabilidad de ver algunos chaparrones de nieve estará presente.