A un tranco de la presentación de listas con los nombres de los candidatos de cara a las Elecciones Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias ( PASO), el oficialismo asume que el eje del plan de vacunación no será suficiente para constituir el discurso de campaña y buscará asumir una nueva agenda electoral basada en en el crecimiento económico y salarial que, estiman, se consolidará en la última parte del año.

En esa dirección, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero afirmó hoy que este año la Argentina «va a crecer» y «los salarios le van a ganar a los precios» y remarcó que al descenso de la inflación «le queda mucho camino por recorrer».

«Siempre hubo un compromiso de parte de Alberto Fernández de que este año la Argentina deja el letargo de no crecer» expresó el funcionario quien se subrayó que «este año» el país «va a crecer y los salarios le van a ganar a los precios. Ese es el compromiso del Presidente».

Al referirse a la inflación, en diálogo con Radio Rivadavia Cafiero indicó además, que a esta «le falta mucho camino por recorrer» y «cualquiera que hace las compras sabe que los precios siguen muy altos y hay que seguir bajándolos».

También destacó que en su primer año de gestión, el Gobierno «ahorró recursos porque hubo una reestructuración histórica de la deuda con bonistas privados», los que según dijo, «están levantando la construcción y la industria. 

A tono con las expresiones del funcionario, la semana pasada se difundió el dato de la evolución de los sueldos de los trabajadores registrados (Ripte), que en abril subieron un 6,2%, por encima del índice inflacionario de ese mes (4,1%). También en los primeros cuatro meses del año los salarios avanzaron más que los precios (20,4% contra 17,6%).

El Gobierno alienta, en las últimas semanas una suba en el piso paritario, que se reflejó recientemente en dos acuerdos: los trabajadores parlamentarios (40%) y los del PAMI (43%).

Por su parte, fuentes de Casa Rosada auguraron a la agencia NA que «los tres grandes ejes» del oficialismo «serán la unidad del espacio, la campaña de vacunación y la reactivación económica desde el punto de vista de la producción».

«Nuestros pilares van a ser la idea del Estado presente versus el Estado ausente que fue Mauricio Macri, y dejar en claro que el propósito del Gobierno nacional es cuidar a los argentinos», destacaron.

No obstante, reconocieron que para volver a conectar con los votantes del Frente de Todos y lograr seducir a los indecisos, será «central el rol que va a tener en la campaña cómo se vaya desarrollado hasta ese momento el plan de vacunación», aunque advierten que «no alcanza sólo con eso porque el factor económico va a ser muy importante». 

En tanto que el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando «Chino» Navarro, expresó en una entrevista concedida a Telam, que  tanto el jefe de Estado, como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y algunos dirigentes opositores, de sectores económicos, de la intelectualidad y de los medios «entienden que hay que empezar a transitar un gran acuerdo, no para administrar la pobreza sino para resolverla».

«Para bajar la pobreza tenemos que impulsar el trabajo, lo que es la producción y la inversión privada, lo que implica cumplir un rol muy activo del Estado, acordar políticas comunes con el sector productivo pero también con el agroindustrial, nuestro aliado que es el campo·, señaló el «Chino» Navarro.

El funcionario y dirigente social planteó la necesidad de «construir acuerdos y alianzas con distintos sectores productivos para que, si decidimos bajar de nuevo las retenciones, no termine afectando el sistema de recaudación para sostener otras políticas del Estado», y tal como lo viene haciendo «con muchas dificultades el gobierno a través de Martín Guzmán, bajar lentamente la inflación».

En tanto que de cara a la pospandemia, dijo que hay que enfrentarla «con propuestas concretas» y «con políticas de acuerdo».

El Gobierno nacional encarará las elecciones Primarias envuelto en una serie de sinsabores que incluyen los furcios discursivos del presidente y la derrota en Diputados que le propinó Juntos por el Cambio al negarse a aprobar la ley de Emergencia Covid, lo que le hubiera evitado al al jefe de Estado pagar un nuevo costo político en soledad con el dictado de un DNU con medias restrictivas, que a estas alturas resultan impopulares.

Pero también, en un contexto de crisis social y económica producto, entre otras cosas, de la pandemia de coronavirus, la herencia recibida de la anterior gestión y la impericia propia, que van acompañadas de un proceso inflacionario sostenido.