El desfinanciamiento que están padeciendo las universidades nacionales se expresa no únicamente en problemas de mantenimientos edilicios, sino que también perjudica la formación profesional de los estudiantes, afectando los días de cursadas, como así también ha perjudicado gravemente los salarios de los docentes. En este contexto y luego de la jornada de 48 horas de paro por parte de docentes y no docentes universitarios, el pasado 20 y 21 de agosto, la comunidad universitaria continua movilizandose. 

Actualmente, los docentes y no docentes universitarios se encuentran en una situación sumamente critica, una gran mayoría de trabajadores están bajo la línea de pobreza. Julio Monasterio, profesor del área de Comunicación Social de la FaDeCS e investigador de la Universidad Nacional del Comahue(UNCo), explicó que, en este contexto, los salarios están siendo gravemente amenazados.

“Más del 50% de docentes se encuentra bajo la línea de la pobreza”, indicó Monasterio. Si bien los sueldos varían según la dedicación, antigüedad y el cargo que cada persona tiene, siguen siendo muy bajos. “La gente que tiene menos antigüedad, esta cobrando menos de $150mil pesos. Una persona que recién ingresa a la universidad con dedicación exclusiva, cobra cerca $600 mil pesos”, señaló Lorena Riffo, docente e investigadora del area de comunicación UNCo.

Una de las principales demandas de la docencia universitaria es la recomposición salarial a partir de paritarias libres, pero también se encuentran luchando por la recomposición presupuestaria de las universidades. “Lo que afecta la calidad de la educación universitaria, es el desfinanciamiento silencioso e implacable que el gobierno ha sumido a las universidades públicas”, sostuvo Belén Álvaro, docente de la carrera de Sociologia de la Facultad de Derechos y Ciencias Sociales, e investigadora de la UNCO.

Muchos docentes afrontan múltiples complicaciones debido a esta crisis salariar y se ven obligados a buscar otras fuentes de ingresos. Según explica Monasterio, una de las alternativas es dedicarse a la docencia en el sector privado, porque no les alcanza con sus salarios. El tener que costear los gastos que conlleva el desplazarse hasta las unidades académicas o afrontar los costos de equipamientos para el dictado de clases virtuales, les resulta imposible. “Hay muchas perdidas de compañeros que no pueden seguir trabajando y han decidido irse hacía otros ámbitos de trabajos y otros no se quieren ir pero no se están pudiendo quedar”, explica Álvaro. “No quieren renunciar a sus trabajos en universidades nacionales, ya sea como docentes o no docentes, pero cumplir con esos trabajos les implica poner más dinero del que ganan”, sostiene. 

Ante esta situación, se posicionaron en rechazo del aumento del 3% para el mes de septiembre propuesto por el gobierno nacional, “Nosotros como docentes consideramos que la propuesta de gobierno es insuficiente, porque la perdida salarial de diciembre no se recuperó nunca, no se trato en paritarias, y los aumentos compulsivos de los ultimos meses han sido siempre por debajo de los índices de inflación. Hemos perdido hasta ahora el 60% de nuestro poder adquisitivo, en estos últimos 8 meses”, sostuvieron.

«El nivel salarial a veces no alcanza ni siquiera para mantenerse en el trabajo por el cual ganamos ese salario”, argumenta Álvaro. “El aumento solo equivaldría a $45mil pesos, que es lo que hoy te está saliendo una factura de luz o de gas, dependiendo la casa y el grupo familiar”, enfatizó Riffo.

“No es una perdida que viene desde ahora, viene desde 2015 con el gobierno de Macri donde se produjeron reducciones salariales muy altas. Si bien el gobierno de Alberto Fernandez puso algunas garantías salariales para los cargos más bajos, apenas asumió Javiel Milei desaparecieron y terminó dejando a todo el sector docente por debajo de la línea de la pobreza”, explicó Riffo.

Los docentes aseguran que hay una ausencia de paritarias libres, “Hay una situación que claramente es de tensión entre el sector educativo y el gobierno nacional comandado por Javier Milei y la ministra de capital humano, Sandra Pettovello, que parece desestimar la importancia de la educación pública”, declaró Monasterio. “Se nos convoca con números cerrados, no es mecanismo que consideremos válidos para conversar la situación de las universidades nacionales y de cómo se tiene que hacer una paritaria. El gobierno se tendría que sentar con los representantes de los trabajadores docentes y conversar como está la situación y que es lo que necesita el trabajador”, sostiene Riffo.

Como forma de resistencia por parte de los docentes universitarios, desde los distintos asentamientos de la UNCo se realizó un petitorio para que el consejo superior de la universidad del Comahue declare la emergencia salarial. “Lo que se busca es seguir visibilizando la crítica situación que está atravesando la docencia universitaria en este contexto”, explicó Monasterio.

Además, hay una idea de trabajar en una marcha nacional para el mes de septiembre, poniendo el foco en la crítica situación salarial de la docencia universitaria. En Roca, ya están trabajando las distintas federaciones y gremios para poder organizar la movilización para la segunda semana de septiembre.

Según explican los docentes, la respuesta de los estudiantes a esta medida es sumamente positiva, la comunidad mostró un fuerte apoyo en defensa de la universidad pública y el trabajo docente. “Hemos visto muchísimo acompañamiento.  La idea es poder seguir trabajando en conjunto entre docentes, no docentes y estudiantes para que se pueda comprender que la universidad publica requiere de las mejores condiciones para que los y las estudiantes puedan llevar una carrera universitaria en las condiciones mínimas necesarias”, concluyó Monasterio.