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Emprendedores: ideas sencillas para resolver problemas complejos

Emprendedores: ideas sencillas para resolver problemas complejos
Emprendedores: ideas sencillas para resolver problemas complejos:

Frente a una situación problemática, aparece el inventor que buscará encontrarle una solución. Muchas veces esa respuesta aparecerá a través de una idea sencilla, práctica, pero que requiere de horas de estudio y días de trabajo. En la “finalísima” del programa “Emprendedores”, que organizó el Banco Patagonia, pudieron verse algunas de esas iniciativas.

Por ejemplo, como encontrar la alternativa de tener un ambiente calefaccionado durante las horas en que está habitado, sin que se convierta en sofocante y sin malgastar energía. Y de paso, sin tener que invertir en un nuevo equipo de calefacción. En la región cordillerana puede ser un problema importante. Y Miguel creó un dispositivo para convertir a una estufa común en una “estufa inteligente”: se instala un mecanismo de control sobre la perilla que puede ser manipulado en forma remota con una app instalada en el celular.

“El viernes a la tarde, cuando nos vamos de la oficina, podemos dejarla al mínimo. El lunes, bien temprano, le damos la temperatura que queremos. Y cuando llegamos, tenemos esa oficina adecuada a nuestra necesidad laboral”, explicó.

Por su parte, Ayelén y Lucas explicaron cómo se abocaron a dar una respuesta común a todos los que asisten a una playa patagónica: cómo sobreponerse a la exposición a los rayos solares, el viento, la arena que pica. Y poder acomodarla en cualquier ambiente: piedras, arenas y hasta la misma roca pelada. La respuesta es una adaptación de la antigua carpa tehuelche con las técnicas y materiales modernos.

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Los dos son rionegrinas: de Viedma ella; de Cipolletti él. Se conocieron estudiando Diseño Industrial en Buenos Aires y cuando regresaron pensaron en encontrar una alternativa para estos problemas. El “Kau refugio de playa” viene en dos modelos: uno pesa dos kilos y puede albergar hasta tres personas; el otro, un poco más pesado (cinco kilos), tiene capacidad para ocho personas. Tiene un costo de 48.000 pesos, ofrecen una garantía de dos años y pueden fabricar una por semana.

Pero sin dudas la propuesta más sorprendente de todas fue la que presentó Cristian Bastidas, con su Granja de Insectos: se trata de criar larvas de un escarabajo, una especie de gusanos amarillos; y cucarachas, que se van a convertir en comida viva para peces y canarios como parte de su alimentación. O para variedades de tarántulas y algunos tipos de lagartos que suelen tener algunos coleccionistas, y que sólo comen insectos. Aclara que está permitirá la tenencia doméstica de tarántulas, porque son invertebrados; mientras que la de los lagartos está admitida siempre y cuando sean de criadero.

Los dos tipos de insectos del criadero no pueden trepar superficies lisas, así que no hay riesgo de algún tipo de fugas, explicó Cristian.

En todos los casos, “esta comida viva” permitirá que los animales tengan un hábitat más parecido a su ambiente natural, que puedan desarrollar su instinto cazador, lo que les mejora el ánimo, el color y su dinámica. Como subproducto, se obtiene un guano que es sumamente nutritivo para las plantas.

Gentileza anr

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