En medio del malestar del Gobierno con la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina ( UIA), el ministro de Economía, Martín Guzmán, disertará este miércoles en un evento «híbrido» organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que también preside el flamante titular de la entidad fabril, Daniel Funes de Rioja. Con una modalidad mixta que combinará presencialidad en La Mansión y los jardines del Four Seasons, el titular del Palacio de Hacienda expondrá ante el establishment bajo el título «De la recuperación al crecimiento».

Será la primera vez del funcionario como invitado principal de los tradicionales almuerzos mensuales del Cicyp, que antes de la pandemia se celebraban en el Hotel Alvear, donde los empresarios más importantes del país escuchaban a un orador mientras comían.

Actualmente, las principales autoridades del Consejo son casi las mismas del G6: Adelmo Gabbi (Bolsa), Iván Szczech (Construcción), Eduardo Eurnekian (Comercio) y Daniel Pellegrina (Sociedad Rural) figuran como vicepresidentes, en tanto Javier Bolzico (bancos) es secretario. En ese sentido, Acevedo, que acaba de ser reemplazado por Funes de Rioja en la UIA, es otro de los vices.

Lo cierto es que la presentación de Guzmán se da en el marco de la renovación del comité ejecutivo de la entidad fabril de la semana pasada, marcado por las explosivas declaraciones de José Ignacio De Mendiguren, que acusó directamente a Techint por «vetarlo» y digitar «con la lapicera» las elecciones para configurar una orientación política más confrontativa con el Gobierno nacional.

BAE Negocios había adelantado que en el equipo económico había caído mal el discurso de asunción de Funes de Rioja, que hizo eje en el «triple cepo laboral» y la necesidad de cumplir con los pagos de deuda, con críticas a la doble indemnización y la prohibición de despidos. En ese sentido, el flamante jefe de la UIA había vaticinado para el día siguiente una cumbre con el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce para presentar su plan fabril, pero en rigor se trataba de una reunión más amplia, con otros sectores, para explicar una nueva normativa, que finalmente fue levantada.

En el gobierno buscaron distanciarse de la durísima interna que estalló al interior de la entidad y durante el fin de semana confirmaron su malestar con la nueva cúpula. «No nos tiró ni un centro en su discurso, no reconoció ninguna de las políticas que implementamos para ayudar al sector. Están con esa idea de que hay que bajar impuestos como hizo Macri, y que terminó en una desindustrialización», señalaron a este medio voceros oficiales.

«Era obvio que venía un cuadro más político, pero hay bronca», reconocieron desde el Gobierno.