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En plena pandemia quiso matar al médico y ahora trató de impugnar el juicio

En plena pandemia quiso matar al médico y ahora trató de impugnar el juicio:

Esperó en proximidades del hospital durante varias horas, amparado en la oscuridad. Cuando la ambulancia llegó, luego de haber llevado a un paciente hasta General Roca, irrumpió de pronto, se dirigió a paso seguro, buscó a su víctima y le disparó tres veces. El hombre atacado cayó sobre la ambulancia y él agresor huyó rápidamente. La víctima era Jaime Alejandro Vega, uno de los médicos del Hospital de Villa Manzano. El agresor, Marcelo Fievet, lo culpaba por el fallecimiento de un familiar. Corría la etapa más dura de la pandemia de Covid y el personal del sistema de Salud estaba saturado por las exigencias. Era el 15 de octubre de 2020.

Por fortuna, Vega se recuperó y salvo algunos inconvenientes menores, volvió a desempeñarse en su profesión. Fievet, un hombre de 29 que trabajaba en el petróleo, fue atrapado algunos días más tarde. Un tribunal penal lo condenó a 11 años de prisión por intento de homicidio: uno de los disparos le dio al médico en la cabeza; otro en el brazo y un tercero en la espalda. Ahora intentó impugnar la condena a partir de cuestionamientos técnicos legales, pero el Tribunal de apelación rechazó la demanda y deberá cumplir el resto de la condena.

La defensa particular de Fievet cuestionó los plazos legales, algunos testimonios, la calificación legal y hasta el agravante del arma de fuego. Planteó que el revólver no había sido secuestrado durante la investigación y que la prueba de parafina dio negativa para su cliente.

Para el Tribunal de Impugnación, los argumentos fueron insuficientes. Consideró que las partes habían convenido, cuestión que además quedó demostrada, que las heridas que recibió la víctima fueron con arma de fuego y, en segundo lugar -como explicó el fiscal- la prueba de parafina no es un método que se siga utilizando en investigaciones. En todo caso, el barrido electrónico era inaplicable en este caso en particular, debido al tiempo que demoró la investigación hasta hallar al imputado. Razones por las que no hizo lugar a la impugnación ordinaria interpuesta por la defensa de Fievet.

El juicio se realizó en los juzgados penales de Cipolletti durante el mes de diciembre pasado. La fiscalía logró demostrar que Marcelo Fievet esperó la llegada del médico y le disparó mientras la víctima se encontraba de espaldas a él, sin posibilidades de defenderse. El condenado le reprochaba su desempeño con un paciente que era familiar suyo y que había fallecido. El tribunal lo halló responsable por tentativa de homicidio calificado por alevosía agravado por el uso del arma de fuego y en concurso ideal con la portación de ese revólver.

El médico Vega explicó que luego del tratamiento y su recuperación pudo volver a trabajar, “pero con miedo. Había cosas que yo antes hacía y hoy no las hago; prefiero estar más adentro de casa, porque me quedó un temor muy grande”. Comentó que todavía recuerda el arma sobre su cara y el ruido del disparo, dos situaciones que, según dijo, nunca se las olvidará. “Uno siempre recibe violencia verbal o física a veces, pero que alguien venga a matarte jamás. Es una situación que te pone mal, porque uno trabajando trata de ayudar al 100% y que lo devuelvan de esta forma es inentendible”, agregó.

Gentileza anr

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