Con las restricciones durante este fin de semana a partir de la aplicación del decreto presidencial de necesidad y urgencia, también se desató la polémica. Comerciantes de Roca abrieron sus locales, tal como lo habían anticipado la semana pasada a través de una conferencia de prensa en la que advirtieron que «abrimos y no cerramos más y nos bancamos las que vengan”.

Durante el sábado, inspectores municipales realizaron controles en todos los comercios y al menos dos locales terminaron con actas de infracción labradas.

Adrián Mucarsel de la Asociación de Gastronómicos del Alto Valle señaló que “llegaron a la confitería Nuevo Molino con 10 uniformados, inspectores y patrulleros, cuando en el local no había nadie”. Inmediatamente otros comerciantes se hicieron presente para acompañarlo y evitar la clausura. Tras una discusión, los inspectores se retiraron hacia otros locales del mismo rubro, otras dos confiterías y nuevamente los comerciantes volvieron a hacerse presentes. En esta oportunidad se sumaron a increpar a los inspectores clientes que estaban en los locales gastronómicos

Ante esta situación, Mucarsel explicó que «intervenimos, no queríamos que algún loco haga algo fuera de lugar, luego acompañamos a los inspectores hasta el municipio y se le transmitió al responsable de inspecciones generales lo ocurrido».

Desde el Municipio explicaron que “si bien se entiende la situación de los comerciantes, las disposiciones deben cumplirse y la municipalidad debe colaborar en el control».