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En su centenario, la Escuela 56 presentó a su padrino, un vecino querido por todos: Carlos Pablo

En su centenario, la Escuela 56 presentó a su padrino, un vecino querido por todos: Carlos Pablo
En su centenario, la Escuela 56 presentó a su padrino, un vecino querido por todos: Carlos Pablo:

La Escuela primaria Nº 56 «El Campamento» de barrio Malvinas celebró sus 100 años el viernes y lo festejó con toda la comunidad educativa y con la visita de ex alumnos, alumnas y docentes. 

CARLOS PABLO SODA PABLO ROCA

Se trata de una de las instituciones testigo de la historia local y nació a la luz del campamento de Agua y Energía que se instaló en el sector. De allí el nombre con el que hasta el día de hoy muchos roquenses llaman al barrio.

100 años Escuela 100 Padrinazgo

Fotografía: Sebastián Ibarguen

En el acto se entregaron reconocimientos a personas que han pasado por las aulas del centenario colegio y que han dejado su huella, su marca personal. Y como a las instituciones las hacen las personas, el momento fue propicio para destacar a quienes han contribuido al crecimiento de la escuela, como docentes, porteros y porteras y por supuesto estudiantes.

Sin dudas ese fue el momento más emotivo del acto, cuando se informó que ya estaba la resolución del Ministerio de Educación de Río Negro que aprueba el padrinazgo de la Distribuidora Pablo, de Carlos Pablo, una propuesta de toda la comunidad educativa para el establecimiento. 

Carlos Pablo, «el empresario» para muchos de los roquenses, es principalmente un vecino, una persona conocida por su solidaridad, la que muchas veces práctica desde el más absoluto anonimato y que solo trasciende por el relato de los beneficiados. Una persona que a lo largo de su vida ha sorteado miles de obstáculos pero no se ha detenido en su afán de crecer ayudar y dar empleo.

Escuela 56-Carlos Pablo
Pablo transitó por el colegio como alumno en los dos primeros años de su educación primaria, ya que vivía con su familia a unos kilómetros del edificio de calle Vintter.

 

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La vida y los años lo llevaron a estar siempre vinculado de distintas maneras con la institución y por eso hubo acuerdo general para nombrarlo padrino. “Cada vez que lo necesitamos, cada vez que lo fuimos a ver con alguna inquietud o un pedido, él estuvo ahí” contó una de las docentes.
Durante los festejos por el centenario, Pablo recordó que sus padres hacían un enorme sacrificio para que él y su hermana pudiesen estudiar. Por eso los 2,5 kilómetros que caminaba para llegar a la Escuela 56 quedaron marcados en su vida.

«Lo que veo hoy es lo que vi en aquel momento cuando aprendí a leer y escribir en esta escuela, las maestras con mucho compromiso, con mucho sacrificio, a tal punto que, en segundo grado, lo terminé viendo desde Roca en taxi con las maestras y así terminé mi curso», recordó Pablo.
Como muchos vecinos, Carlos cursó esos dos años en el viejo edificio de la Escuela 56. 
Las decisiones familiares hicieron que continúe su educación desde 2 grado en el colegio Domingo Savio.
«Ustedes con nosotros los padres somos los que le damos el primer título a nuestros hijos, ser buenas personas», dijo Pablo al referirse a todos los docentes.
«Si mi papará viviera seguramente lo votarían para Ministro de Educación, porque siempre nos decía en casa, los maestros tienen que ganar un millón de dólares. Espero el proyecto», recordó el empresario antes de volver a agradecer a todas las personas que lo eligieron para apadrinar el colegio.
En el evento estuvieron presentes también la intendenta María Emilia Soria y el vicegobernador Alejandro Palmieri.

Gentileza anr

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