Los disparos retumbaron en el medio de la noche y un móvil policial llegó hasta el extremo norte de Roca. Encontraron dos grupos de personas que se enfrentaban a tiros, que al reconocer las luces azules de las balizas del patrullero emprendieron la fuga, aunque tres lograron ser detenidos. En el lugar, mientras se secuestraban distintas armas que fueron abandonadas, y buscaban a los evadidos comenzaron a recibir una lluvia de piedras y botellas que provocó heridas en dos uniformados.

El hecho sucedió durante la madrugada del sábado y no hace más que evidenciar un problema de larga data que existe en el sector, con bandas de jóvenes armados que se disputan territorialidad a fuerza de tiros. Claro, que todas estas guerras tienen un origen en el negocio de la venta de drogas y las zonas en disputa entre los diferentes narcos con sus soldaditos.

Cerca de las 2 de la mañana, uno de los móviles de la Comisaría 21° llegó a Churrinche y San Juan. Las personas se escaparon al ver llegar el patrullero, los jóvenes comenzaron a correr en distintas direcciones y en la huida intentaron descartar las armas. De todas maneras, la Policía logró detener a tres personas, quienes quedaron a disposición de la fiscalía de turno.

En el lugar debieron realizar distintas pericias, para proceder al secuestro de las armas y recolectar otras evidencias, como vainas servidas. Pero durante ese proceso fue que los vecinos comenzaron un feroz ataque contra los uniformados, lo que marca la protección de la que gozan los narcos y sus vendedores en la zona.

Según el relató de una fuente consultada, lograron identificar una vivienda en donde se habrían escondido los jóvenes que alcanzaron a escapar. Al solicitar que salgan, comenzaron a ser atacados y debieron retroceder sin poder llevar adelante la detención. 

En el lugar encontraron un bolso con una pistola 9 milímetros, de las que usan las fuerzas de seguridad, y una escopeta. Ambas armas deberán ser peritadas, primero para saber si estaban aptas para ser disparadas y luego si algunas de las vainas servidas pertenecen a esas armas.

Los enfrentamientos en el sector norte de Roca se intensificaron luego de la detención del líder narco Milton «el Tío» Prado, quien manejaba gran parte de la droga que se comercializaba en la ciudad. Al caer en desgracia su negocio quedó en manos de segundas y terceras líneas que se enfrentan con otros transas que responden a un narco superior conocido como «el Salteño» de apellido Valdés.