Una pequeña beba de apenas 4 meses de vida está internada en grave estado en Roca, a donde fue trasladada en un vuelo sanitario desde Viedma. Por la gravedad del caso, permanece en terapia intensiva del Hospital Francisco López Lima con diagnóstico de botulismo, un caso muy extraño ya que por su edad la niña sólo se alimenta de la teta de su madre. 

La pequeña, fue atendida en un primer momento el pasado viernes en el hospital Artímedes Zatti de Viedma, pero al tener síntomas similares a los provocados por el Covid, le indicaron a la madre que regrese a El Cóndor, donde residen. Sin embargo al otro día debieron volver al hospital porque el cuadro de salud se había agravado. Al realizarle distintos estudios, se comprobó que tenía botulismo y debió ser trasladada en un vuelo sanitario a Roca, donde quedó internada en terapia intensiva pediátrica.

En algunos casos se sospecha de la contaminación cruzada por alimentos que el bebé puede llevarse a la boca con tierra que pueda tener la toxina botulínica. Es difícil determinar cuál fue el método de contagio

«En el caso de los bebés que son lactantes, si no ingieren ningún otro alimento, estos casos son bastante extraños», reflexionó el director del hospital viedmense, José Pacayut, quien además explicó que «en algunos casos se sospecha de la contaminación cruzada por alimentos que el bebé puede llevarse a la boca con tierra que pueda tener la toxina botulínica. Es difícil determinar cuál fue el método de contagio».

El estado de salud de la beba es grave, «se encuentra intubada y evidencia problemas musculares por acción de la bacteria con suero antibotulínico», explicaron los especialistas que la atienden. El botulismo puede ser mortal y es necesario una atención de emergencia, presenta síntomas de debilidad facial, dificultad para tragar o hablar y parálisis. La miel suele contener esta bacteria, por lo que no es recomendable darle este alimento a los menores de 1 año.

De acuerdo con la explicación de los especialistas, es frecuente que los bebés ingieran tierra y con ella la bacteria que en el intestino produce la toxina que se absorbe y genera hipotonía progresiva que puede llegar a la parálisis con paro respiratorio y muerte. También puede hallarse frecuentemente en el polvo ambiental, en ropa, en el pezón materno, mesadas, alfombras, y peluches.