Se acercan las fiestas de Navidad y Fin de año, tradicionalmente la gran apuesta del comercio local para hacer una diferencia y cerrar el balance. Este año, esa perspectiva viene atravesada por una variable que complica: la inflación, que desde un lado esmerila el poder adquisitivo y, por otro, dificulta la fijación de precios.

Georgina Mondino, una de las referentes de la Cámara de Industria y Comercio de Roca, explicó que “está todo muy variado; hay quienes están preocupados, porque las ventas no levantan; y quienes están pasando una muy buena temporada, incluso mejor de la esperada”. La gran diferencia está en el “target” de clientes al que se apunta.

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Quienes peor la están pasando en esta situación son aquellos trabajadores que no pueden ajustar sus ingresos de acuerdo a la inflación o son cuentapropistas, por lo que tampoco se animan al crédito. En consecuencia, los comerciantes que se han especializado en ventas para sectores de ingresos medios-bajos, están registrando un ritmo de ventas muy lento y una búsqueda de precios más bajos.

“La queja más común es que se buscan regalos que salgan menos de 1.000 pesos, y con eso no queda mucho margen para sostener un local, empleados y pagar todo lo que hay que pagar a fin de año”, comentó Mondino. Porque diciembre, además de las ventas, para los comerciantes es también el mes en que tienen que pagar salarios, aguinaldos y, en este 2022, el bono.

Además, este segmento del comercio formal sufre también la competencia de la “informalidad”: la venta en las casas, los “show rooms”, las ofertas por redes sociales, que con costos fijos mucho más bajos pueden ofrecer productos similares a menor precio. Las cámaras de la región vienen advirtiendo de esta situación desde hace un tiempo.

Pero la otra cara de la moneda está en aquel sector que concentra su oferta hacia los sectores de ingresos medios y altos. Empleados públicos (fundamentalmente los judiciales), bancarios y otros sectores que han mantenido su poder adquisitivo y que realmente están dispuestos a realizar un gasto importante.

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Para estos comerciantes, el panorama luce más que prometedor. “Tenemos que agradecer a la Selección (que jugará la final del Mundial), por este cambio de humor en la gente”, comentó una comerciante. Para Mondino, esa transformación es evidente en la forma de comprar, pero a su entender se debe a una necesidad después de los largos meses de encierro por la pandemia.

“Un ejemplo: el calzado. Antes, por cada par de zapatos de fiesta o de salida que vendíamos, salían 9 pares de zapatos para la diaria. Hoy es al revés. La gente está buscando juntarse, salir y festejar”, comentó.

Mondino reiteró una recomendación del comercio en general para todos sus clientes: que realicen sus compras con tiempo. “Es que cuando se concentra todo en los últimos días, no damos abasto para atenderlos a todos. Somos concientes de que se nos pueden escapar algunas ventas por no poder prestar la atención necesaria, pero tampoco podemos incorporar personal temporario por dos semanas. Así que si pueden planificar, mucho mejor para todos”, explicó.