Patricia Rendón, una joven comerciante instalada en Catriel hace algunos años, fue asesinada con violentos golpes en el cráneo y luego apuñalada reiteradamente. Su ex pareja, Fernando Cronenbold, está imputado por el femicidio y alojado en la unidad penal de Roca. En caso de ser considerado culpable por un jurado popular, puede corresponderle una pena de prisión perpetua. Que es la única que establece el Código Penal para este tipo de delitos. La hija de Patricia y Fernando tiene 7 años, está en segundo grado, y quedó envuelta en un caso judicial más que complicado: ¿cuál será su futuro?

Patricia y Fernando habían llegado a Catriel desde Santa Cruz de la Sierra, la capital del oriente boliviana, buscando un futuro mejor. La distancia y el desarraigo fueron transformando la relación: hubo denuncias por violencia de género que culminaron en una separación. Las amigas de la mujer aseguraron también Cronenbold se volvía violento a partir del abuso de sustancias y alcohol. Patricia Rendón se concentró en su hija, en la tienda de ropas que era su medio de vida, y en tratar de seguir adelante con su vida. El ex, continuó con sus trabajos vinculados a la industria petrolera.

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La historia terminó de la peor manera el martes 28 de junio: Patricia tenía previsto un viaje a Buenos Aires para retirar la visa de ingreso a Italia, donde se encontraría con Francesco, su nuevo amor. Muy temprano, Cronenbold llegó al domicilio de la mujer. Luego no se la volvería a ver con vida.

Con la mamá asesinada y el papá detenido por el femicidio, la niña quedó a cargo de la secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, hasta que la abuela materna llegó desde su país. Carmen Rodríguez es el único familiar que tiene la pequeña en este momento. Es la responsable de que asista a la escuela, y que no le falte nada. Una situación que se va a complicar.

Toda la familia está radicada en Santa Cruz de la Sierra. El hijo menor de Carmen tiene 10 años y también necesita de su madre. Por eso, está pidiendo la autorización correspondiente para poder viajar con la nieta hacia su país. A este deseo se opone el padre: quiere volver a vincularse con la niña. Y según la ley argentina, se lo debe considerar inocente hasta que se demuestre lo contrario. Hasta que la última instancia judicial quede cumplida. Probablemente, una apelación ante la Corte Suprema de Justicia.

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Allí vendrá un tironeo que tendrá que resolverse en la justicia. Viajar a Bolivia o permanecer a cargo de la Senaf serían las alternativas posibles en esa instancia. En todo caso, deberá prevalecer el interés supremo del bienestar de la menor.