Un hombre de 36 años se quedó a pie en el medio de la Ruta Nacional 35, cuando en un control policial de rutina descubrieron que el auto que manejaba tenía pedido de secuestro por una denuncia de robo. El conductor viajaba de vuelta hacia General Roca, después de pasar unos días en Capital Federal.

El hecho se registró el pasado sábado cerca de las 22 en el puesto policial de Padre Buodo, a unos 75 kilómetros al sur de Santa Rosa y a unos 30 de General Acha, en la intersección de la ruta 35 y la Nacional 152. Hasta ese lugar llegó manejando un Ford Focus azul un hombre de 36 años, domiciliado en Roca. Ante la clásica pregunta del uniformado, sobre el destino y desde dónde circulaba, explicó que cerca de las 17 había salido de Capital Federal y esperaba llegar en horas de la madrugada a su casa.

Sin embargo esa expectativa se derrumbó rápidamente, cuando al constatar los papeles del vehículo en el sistema informático nacional, saltó un alerta sobre una denuncia de robo, ocurrida hace unos meses en Roca, precisamente la misma ciudad donde el conductor reside.

Inmediatamente el personal ubicado sobre la ruta le comunicó está situación al automovilista, que no tuvo muchas respuestas para dar. Antes de ponerle las clásicas fajas blancas a las puertas, el baúl y el capot, los uniformados constataron la numeración del chasis y motor que coincidía con la patente que tenía el automóvil.

El auto quedó secuestrado a disposición de la Justicia pampeana, que deberá comunicarse con la fiscalía interviniente en Río Negro, que lleva adelante la investigación sobre el robo del Focus. Luego de algunas horas, que demoró el procedimiento y en el que fue notificado del inicio de una causa por encubrimiento, el hombre fue liberado.