En un juicio oral llevado a cabo por la jueza Paola Aguirre, el acusado Omar Alfredo Carranza fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por acosar a su ex pareja a través del envío de más de 250 correos electrónicos en un período de 50 días, a pesar de contar con una orden judicial que le prohibía acercarse a la víctima. El fallo, que será fundamentado próximamente, unifica esta condena con una anterior de tres años de prisión condicional por hechos similares cometidos contra la misma persona.

El caso llegó a juicio oral tras la imputación realizada por la fiscal de Violencia de Género Cecilia Cardinalli, quien dio a conocer que los hechos se habían producido durante aproximadamente un año, desde julio de 2021 hasta mayo de 2022. Durante esta relación de seis años, se registraron varios episodios de agresiones, lo que llevó a la víctima a solicitar en reiteradas ocasiones medidas de protección al tribunal colegiado de familia. Estas medidas también generaron denuncias penales contra Carranza.

 

Durante el juicio, la fiscal mencionó varios hechos en los que el acusado desobedeció la orden judicial, como el ingreso a la casa de la víctima a pesar de la prohibición, eventos que llevaron a la activación del botón de alerta que le habían proporcionado en el Ministerio de Seguridad. También se registraron situaciones similares en las que Carranza buscaba el contacto con su ex pareja tocando su timbre a altas horas de la noche.

Además, Cardinalli detalló una serie de desobediencias cometidas por el acusado entre abril y mayo de 2022, periodo en el cual envió un total de 267 correos electrónicos desde diferentes direcciones de correo a su ex pareja, con el objetivo de intimidarla y amedrentarla. La fiscal afirmó que Carranza buscaba retomar el contacto con la víctima a través del constante hostigamiento.

Sumándose a sus apariciones frente a la casa de la víctima, Carranza violó en 270 ocasiones la orden judicial que le prohibía el contacto con su ex pareja. En consecuencia, el imputado fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por estos actos de acoso, los cuales fueron enmarcados en un contexto de violencia de género. Esta sentencia se unifica con la condena anterior de tres años de prisión en suspenso, dictada por delitos similares cometidos contra la misma víctima.