Con sus ritmos diferentes, la temporada de cosecha de frutas está llegando a su término. Faltará un poco más de actividad para los que tienen la variedad Pink Lady (una manzana agridulce muy apreciada en algunos mercados), pero ya se puede trazar un panorama de cómo vino la actividad. “Fue una cosecha realmente desastrosa”, comentó sin filtro el presidente de la Cámara que representa a los pequeños y medianos chacareros de General Roca, Daniel Pérez. Las heladas tardías hicieron estragos entre los montes frutales. Y sobre llovido, mojado: la guerra en Europa trastocó todo el mercado y hoy por hoy, no tienen precio para su producción.

La conclusión es que esta temporada se perdió entre un 35 % y un 50 % de la producción. Pero sobre ese 50 % que se pudo rescatar también hay daños en la fruta que quedó en los árboles y por eso la fruta que se va a rescatar para la venta va a ser mucho menos.

“La helada ha pegado muy fuerte, como así en todo el valle. Pero pareciera un poco más ensañada en partes de Roca y tenemos productores que tienen desastre en todos sus lotes de fruta”, puntualizó Pérez. Añadió que esta helada tardía de octubre del año pasado “fue con mucho viento, de baja temperatura y prolongada”.

Pérez comentó que por la información reunida durante la temporada, “las pérdidas van del 35 al 50 %. La fruta dañada ira a la industria, lo que también es un problema para el chacarero: “el productor no trabaja para hacer fruta de industria; trabaja para que su fruta sea empacada y vendida en los mejores lugares o consumida en mercado interno el país. Lo que pasó hizo que haya un porcentaje altísimo de fruta que va para industria. Entonces las cosas se van complicando y mal”.

El tema de los precios sigue siendo algo incierto. Al igual que al comienzo de la temporada con el problema de la guerra entre Rusia y Ucrania. “Los valores están como ocultos, nadie te dice un precio. Te dicen que mas o menos va a superar el costo de producción pero ninguno se quiere jugar. También está afectando el tema de Rusia. De la fruta que producimos, casi un30 % se iba para Rusia pero con la guerra, los barcos se tienen que redireccionar a otro país”.

Pero advirtió que “no todos compran la misma calidad, porque Rusia compra la tercera”. Por eso hay tanta incertidumbre sobre “que valores van a tener cuando vayan a otro destino y nadie se quiere jugar por un precio”.