En una nueva vuelta de tuerca en el polémico reality Gran Hermano, el reingreso de Ariel a la casa desató la furia de Alfa, uno de los participantes más populares de la pasada edición.

La producción del programa decidió poner a prueba la paciencia de Alfa al permitir que Ariel se quede durante todo el fin de semana largo. La rivalidad entre ambos se hizo evidente desde el primer momento, generando sospechas de que las antiguas y agresivas peleas del año pasado podrían volver a hacer eclosión.

El ingreso de Ariel, conocido como Big Ari, fue un golpe inesperado para Alfa. En un intento claro de desestabilizar al hombre de la bandana, la producción decidió que ambos convivan nuevamente en la casa. Los problemas surgieron rápidamente cuando Alfa intentó interferir en la amistad de Catalina y Furia, quienes no se vieron ajenos a las intenciones del antiguo participante.

La tensión y el enojo de Alfa llegaron a su punto máximo cuando se anunció que Ariel se quedaría unos días en la casa. En un acto de desesperación, amenazó con abandonar la casa y regresar a su vida con amigos fuera de la competencia. Sin embargo, la intervención de Santiago del Moro y el intento de Ariel de apaciguar las aguas lograron convencer a Alfa de quedarse.

Más allá de esta tregua momentánea, la incertidumbre sobre cómo se llevarán en el día a día y si las antiguas peleas resurgirán está latente. Los protagonistas ya no son Alfa y Ariel, sino los participantes de esta edición, pero la rivalidad entre ambos parece no haberse extinguido del todo.

El reingreso de Ariel y la furia desatada en Alfa prometen un nuevo giro en la trama de Gran Hermano. La atención de los televidentes se mantendrá atenta a los acontecimientos en la casa para ver cómo se desenvuelven los distintos participantes y si las viejas hostilidades resurgen con el paso de los días.