Se trata de un hábito que proviene de Asia. Hace varios meses comenzó a verse por las calles de Filipinas, China y Japón, donde las personas llevaban el patito amarillo sobre la cabeza, sujeto con una vincha o un broche, e incluso con bandanas y collares. Según las tradiciones orientales, este peculiar accesorio augura “buena suerte” a quien lo use.

Los videos e imágenes circularon rápidamente y la idea kawaii (bonito o tierno, en japonés) conquistó a las redes sociales, lo que hizo que la costumbre no tardó en popularizarse en otros países del mundo. 

Con un precio que ronda los $1500 en territorio porteño, los patitos se pueden encontrar en puestos del Barrio Chino, tiendas de souvenirs y en mercados online, y hasta con los vendedores ambulantes.

La moda no tardó en extenderse a otros lugares del interior del país. Es el caso de Roca, donde pueden conseguirse en los grupos de compra y venta de Facebook a un precio que va desde los $1500 a los $2000. También, hay algunas tiendas en donde pueden comprarse al mismo precio.