Modo Domo es mucho más que el proyecto de cuatro amigos y socios. Es la fusión de conceptos que permiten a un equipo multidisciplinario ejecutar obras, dar vida a las ideas de otras personas, que los buscan para que los ayuden a concretar lo que muchas veces es el sueño de sus vidas.
Se trata de un tipo de construcción poco convencional pero que se va imponiendo como una alternativa accesible, novedosa y en algunos casos necesaria si lo que se busca es provocar bajo impacto en el entorno, donde prevalece el respeto por el espacio.
¿Y quiénes son los rostros detrás de Modo Domo? Son Santiago Montero (diseñador industrial), Leandro Suárez (arquitecto), Tomás Kluck (abogado) y Martín Ancatén (comerciante). El aporte de cada uno de ellos es pilar para el equipo y sus ideas se amalgaman para transformar un boceto mental en un espacio tangible.
Y así de palpable es el espacio Glamping Elco Domo, en Villa Pehuenia, Neuquén, un complejo de seis domos pensados y diseñados hasta el último detalle por Santiago, Leandro, Tomás y Martín, que ya está preparado para recibir a los primeros turistas amigos de la naturaleza.
La propuesta fue de Carmelo Giménez y Alejandra Puel, dueños de la tierra mapuche en la cual se construyeron los domos. Fueron ellos quienes se contactaron con el equipo para contarles lo que necesitaban. Tenían la imagén mental, sabían lo que querían, pero necesitaban que alguien asumiera el desafío.
Y esta historia se comenzó a contar hace apenas dos meses y medio exactos. El 15 de octubre Carmelo llamó a Martín y le ofreció que junto al equipo manejaran el espacio para realizar los domos.
Al mejor estilo de «Reconstrucción Total», los socios y amigos hicieron en Roca todos los movimientos necesarios para poder irse a Pehuenia a instalarse el tiempo necesario para materializar la idea. Llegaron el 6 de noviembre y desde entonces no paran de trabajar.

«Primero hicimos todo el desarrollo de cómo distribuir los domos, de cómo llevar el agua, los baños, todo respetando el territorio que para Carmelo y Alejandra es muy importante, con gran respeto por la naturaleza», contó Martín.
«Cuando todo estuvo pensado, nos pusimos a trabajar. Trajimos todos los materiales y arrancamos. Nosotros cuatro trabajamos, muchas horas al día. Cuando llegamos preparamos una cabaña que ya había en el predio para poder instalarnos y así arrancar», agrega Martín, que no puede disimular el orgullo que siente todo el equipo.

En una primera etapa se terminaron tres domos para dos personas cada uno ubicados sobre la playa del lago Aluminé. El entusiasmo por el deber cumplido fue tan grande que siguieron trabajando en la segunda etapa: dos domos en el bosco con capacidad uno hasta 6 personas y otro hasta 8. En total el complejo consta de siete lugares de alojamiento con nombres mapuches, totalmente equipados: mobiliario, mesas, sillas, baúles para guardado, equipo de «rancho» y todo lo necesario para una estadía cordillerana inolvidable.

«Esta es nuestra primera experiencia de desarrollo completo de un espacio así. Ya habíamos hecho domos en Moquehue pero acá nos propusieron hacer todo, incluso manejar esta temporada», relata Martín.
El plan no podría haber sido mejor para jóvenes emprendedores y amantes de la cordillera, como es el caso de Ancatén. Justamente fue en uno de esos viajes que conoció a Carmelo, ya que es uno de los concesionarios del camping de la comunidad Mapuche en Pehuenia. 
«Una vez le conté a Carmelo sobre lo que hacíamos y le gustó la idea. Así que este es un sueño que empezó hace tres años y que tiene como principio básico ser respetuoso con la naturaleza. Se trata de no desmontar lugares, de construir sobre espacios ya libres, incluso hay áreas reservadas para fuego y solo allí se puede hacer», acotó el empresario roquense.
El concepto de sustentabilidad y respeto está muy arraigado y por eso en Glamping Eco Domo hay tachos para la separación de residuos por origen, se realiza compost para la producción de vegetales para consumo y se apunta al uso de productos orgánicos en los baños.

Para quienes elijan este espacio, las propuestas son múltiples: recorrer las cinco lagunas ubicadas cerca del camping, llegar al Batea Mahuida en un punto limitrofe con Chile, realizar caminatas familiares, excursiones, rafting, remar, en contacto total con la naturaleza, lejos del ruido urbano, pero con conectividad wifi, lo que lo transforma en un espacio ideal para aquellas personas que quieren escaparse unos días y quizá no tienen vacaciones en el trabajo.
Sin dudas que vale la oportunidad recorrer los 350 kilómetros entre Roca y Pehuenia para vivir una experiencia nueva en la región. Yendo por Ruta 22 se transitan 234 kilómetros hasta llegar a Zapala. Allí se toma por Ruta provincial 13 para recorrer los poco más de 120 kilómetros restantes para llegar a un paraíso en plena cordillera neuquina como es Pehuenia.
Para contactarse con los administradores del espacio se los puede buscar en Facebook como Glamping-Elco-Domo