El juez de Garantías de Choele Choel, Roberto Gaviña, formuló cargos al delegado de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) de Río Colorado, Hernán Taborda, por violencia de género y amenazas hacia su ex pareja Carina Bünter.

La calificación legal es «lesiones doblemente calificadas por haber sido cometidas por un hombre contra una mujer y por haber mantenido una relación de pareja con la víctima, en el marco de violencia de género en concurso real con el delito de amenazas».

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Taborda, funcionario de La Libertad Avanza (LLA) de 44 años y policía retirado de la fuerza rionegrina quedo imputado durante una audiencia en los tribunales vallemedienses concretada días atrás luego de la denuncia de Bünter.

En esa oportunidad contó con la presencia del fiscal Daniel Zornitta, el defensor particular Ricardo Thompson y el abogado querellante Leandro Ruiz.  En el marco de esta audiencia, se solicitó un plazo de cuatro meses para la investigación penal preparatoria.

Además, se dispuso la prohibición de acercamiento a la víctima en General Conesa a una distancia no menor de 100 metros y se instó al funcionario libertario a abstenerse de realizar actos molestos o perturbadores por cualquier vía (personal, por interpósita persona, telefónicamente, mensajes de texto, publicaciones en redes sociales).

Ruiz adhirió a la fomulación de cargos realizada por el fiscal, en tanto el defensor se opuso a la imputación. Fundamentó que se tenga en cuenta que es un tema a resolver en el fuero de Familia. Subsidiariamente adhirió a los cuatro meses para investigación penal preparatoria.

En declaraciones a Noticias Net, la víctima contó: «Estábamos separados hacía cuatro meses y medio. Él me pidió que fuera a Río Colorado y viajé el día anterior a los hechos. Ya veníamos con hechos de violencia verbal y esa noche me echó de la casa, entonces cuando me fui a cargar nafta y quise pagar, me di cuenta que no tenía el celular. Cuando volví, me estaba revisando el teléfono y ahí me dijo que me iba a matar».

También relató otros episodios conflictivos de la relación: «Las cosas comenzaron a ponerse feas cuando compramos una casa en Las Grutas, y él me pidió que le hiciera la cesión y después me dijo que no me iba a entregar nada. Ahí empezamos con una situación de estafa. De todas las cosas, lo único que pude recuperar fue una camioneta. Todo quedó en la nada porque no tengo nada para comprobar que me estafó».

La situación se tornó aún más grave en esa citación a Río Colorado cuando la vida de mujer estuvo en riesgo. En ese sentido reveló que «cuando me dijo que me iba a matar, le robé el arma y vi que estaba cargada, y así la entregué en la comisaría. Cuando se dio cuenta, me sacó la llave de la camioneta y empezó a seguirme, entonces no podía irme a ningún lado. No tenía ningún contacto, porque él tenía mi celular».

Agregó a continuación que «logré esconderme en un descampado y me encontró un muchacho, que me llevó y luego llamó a la policía, pero el patrullero nunca acudió al lugar (suponiendo ella que como que lo conocen, no quisieron intervenir). Pasé la noche en el hospital (de Río Colorado) y al otro día me entregaron las cosas y me volví a Conesa».

La respuesta institucional preocupó a Bünter: «Cuando le formularon cargos, mi abogado dio aviso a la ANSES de Río Colorado, y lo que me informaron es que no pensaban removerlo de su puesto porque ‘estaba protegido’. Lo que me preocupa de todo esto es que quede en la nada. Él sigue con su vida tranquilo y, más allá del daño por estafa, también hay un daño psicológico hacia mí, porque tengo que estar con un botón antipánico, estuve una semana con custodia en mi casa. Él ya tiene denuncias de otras parejas».

La víctima manifestó su angustia por la falta de resolución rápida del caso y la impunidad vigente: «Ya pasó más de un mes y estoy con psicólogos, con citas todas las semanas, con el Sistema de Abordaje Territorial (SAT), y todas estas cuestiones que no debería haber pasado. Mientras tanto, él está tranquilo», finalizó.

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