Las lluvias del fin de semana pasado colmaron la capacidad de almacenamiento del sistema Cerros Colorados, sobre el río Neuquén. Y la Autoridad de Cuencas dispuso un plan de operaciones con mayor descarga aguas abajo, porque se encuentra en la llamada “Franja de atenuación de crecidas”. Es decir: se necesita disminuir el nivel de los embalses Mari Menuco y Los Barriales en prevención de lo que pueda ocurrir a futuro.

Se dispuso así que desde el dique compensador de El Chañar pasen entre 550 y 600 m3/segundo hasta el domingo inclusiva. Estos despachos no son al azar: son los máximos caudales que se pueden erogar sobre el Neuquén, de acuerdo a las normas de regulación y los contratos que se establecieron en 1993.

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Pero estos 15 años de sequía provocaron dos situaciones que complicaron el normal escurrimiento del agua: los embancamientos naturales que se producen en el río, producto de la sedimentación, con la formación de islas e islotes; y la ocupación de las márgenes por nuevos barrios.

Las zonas más afectadas con los barrios costeros de Cipolletti (Costa Norte, Lalo, Cosa Sur,) y Neuquén (Rincón de Emilio, Sapere, Confluencia). También hay inconvenientes en Centenario, Cinco Saltos y Campo Grande.

El presidente del Consorcio de Regantes, Eduardo Artero, realizó una propuesta que busca disminuir el caudal durante estos días para aliviar la situación de las familias. Por un lado, desviar 50 m3/segundo por el canal principal de riego. Una parte (10 m3), enviándolos al Lago Pelegrini a través del Arroyón; el resto guiándolo por el sistema de descarga que tiene el sistema.

La iniciativa se completa con un ajuste del programa de erogaciones, reteniendo otros 50 m3. De esta manera, se podría bajar el caudal en 100 m3/segundo, “lo que produciría un alivio en la situación de la gente que tiene el agua dentro de sus casas”, describió.

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Una alternativa más drástica sería la apertura del “descargador”, un cañadón que se usaba antes de la construcción de las represas. Está ubicado unos metros al norte del dique Cordero, y sirve para desviar caudales al Pelegrini. El problema es que corta la ruta 151, aislando a Sargento Vidal, Villa Manzano e impidiendo el tráfico hacia Catriel.

Otras dos consecuencias que tendría esta medida: afectará a la colonia rural de El Arroyón, ubicada en el Perilago; y subirá el nivel del Pelegrini, creando problemas a la villa instalada en el lugar.

Se trata de una medida considerada “extrema”, pero que está en el menú de posibilidades que se estudia en los distintos organismos técnicos.