La guitarra y el piano comienzan a tirar los primeros acordes. También hay vientos, que esperan que se acomode la armonía para comenzar a improvisar sobre el ritmo musical.  

Cuando la base está armada, es hora de quienes vocalizan. Canto y freestyle sobre el micrófono alimentan la composición.  

Así son las JAM session en Roca. Un encuentro informal de improvisación musical en la que músicos de nuestra ciudad tocan para su propio disfrute.  

Una docente de IUPA fue parte del staff de músicos de Ricardo Montaner

No hay partituras y hay poco ensayo. El fin es improvisar. Es por eso que, en Roca, todos los jueves los músicos se reúnen para ensamblar y musicalizar las noches del Bar “420”. 

La escena musical está activa. El clima en las JAM genera en los músicos una energía que los convoca día a día a que muestren lo que hacen.  

Con géneros musicales variados, el propósito del encuentro siempre es el mismo: ensamblar improvisando.  

En sus orígenes, la jam session eran una reunión altamente competitiva cuando se juntaban dos o más intérpretes de un mismo instrumento. En este caso es compartir y conectar con el otro a partir de música.