En medio de una realidad económica cada vez más complicada para los jubilados argentinos, una ex maestra de Javier Milei, reclamó públicamente por mejoras en la jubilación y mayor protección frente a los ajustes gubernamentales. El reclamo tuvo lugar en la puerta del Colegio Cardenal Copello, donde el actual presidente solía asistir como estudiante.

Con su voz cargada de preocupación, Teresa, la ex maestra del mandatario, expresó su descontento con los bajos salarios docentes y la pérdida de poder adquisitivo que sufren los jubilados. Aunque ella no toma medicamentos, mencionó a sus compañeras que sí los necesitan y que están sufriendo las consecuencias de los «terribles» aumentos en ese rubro. «Yo soy jubilada y muy bien no estoy», aseguró.

La queja de Teresa se enmarca en una situación más amplia, en la cual los jubilados y pensionados están experimentando una brutal licuación de ingresos. El último aumento decretado por el Gobierno para este sector fue del 27,18% a partir de marzo, mientras que la inflación trimestral ronda el 60%, provocando una pérdida significativa del poder adquisitivo.

En números concretos, la jubilación mínima es de $134.445,30, a lo cual el Gobierno sumó un bono de $70.000 para los haberes más bajos, alcanzando así $204.445,30 en marzo. Sin embargo, esta cifra representa una caída del 33% del poder de compra en comparación con el año pasado, considerando solo una canasta de inflación general. Si se tiene en cuenta también el aumento en el rubro de medicamentos, la pérdida de poder adquisitivo es aún mayor.

Ante esta alarmante situación, se espera que el Gobierno tome medidas urgentes para proteger el bienestar de los jubilados y garantizar un futuro económico más sólido para ellos. Es necesario un aumento acorde a la inflación real y a las necesidades básicas de los adultos mayores, quienes tanto han contribuido al desarrollo del país a lo largo de sus vidas.