El juicio que se le sigue a los cuatro imputados por el secuestro y asesinato de Otoño Uriarte terminó su segunda semana navegando entre las contradicciones de algunos jefes policiales que intervinieron en la investigación, la renuencia a testificar de otros y una llamativa escasez de pruebas contundentes. 

En los pasillos de los Tribunales de Cipolletti empieza a repetirse una pregunta: ¿habrá una causa “Otoño 2”, que apunte a las responsabilidades e injerencias extra judiciales en la investigación? Desde la “comisión investigadora paralela”, que habría denunciado el actual fiscal jefe de Cipolletti, Santiago Márquez Gauna, a la sorpresiva destitución del comisario Ives Vallejos, quien fue removido de la jefatura de la comisaría de Fernández Oro y trasladado a Roca.

La “comisión paralela” de 2007 estuvo integrada por el jefe de la policía, Víctor Cufré; el primer secretario de Seguridad del gobernador Miguel Saiz, Miguel Bermejo; y, sorprendentemente, el vocal del Tribunal Superior de Justicia, Víctor Sodero Nievas.

La abogada querellante, Gabriela Prokopiew, sostuvo en su alegato que el ministerio público fiscal debería realizar una amplia investigación interna sobre cómo se llevó adelante el proceso, que tiene ya 18 años. Y uno de los abogados particulares, Edgar Lucero, enfatizó que cuando termine este juicio la fiscalía debería “impulsar de oficio la causa Otoño 2”.

Mientras tanto, se espera un lunes cargado de tensiones: el ex comisario Claudio Retamal fue citado a declarar y será traído por la fuerza pública, según lo que dictaminó la presidenta del tribunal, Florencia Carusso. Retamal fue el subjefe de la comisión investigadora y su testimonio es esperado con ansiedad por la fiscalía y la querella. Los defensores, por su parte, decidieron adecuar sus estrategias de acuerdo a esa declaración.

Según se explicó durante el juicio, Retamal fue notificado oportunamente, pero después no pudo ser contactado ni telefónicamente ni en su domicilio particular. Tampoco fue encontrado por una comisión policial que salió a buscarlo el viernes. En el mejor de los casos, será un “testigo renuente”.

La gran pregunta que se hacen los observadores es si este testimonio alcanzará para rescatar al juicio de una lenta deriva hacia el naufragio. “Las pruebas son escasas, en general por dichos de terceras personas, apoyadas por indicios que necesitan sustentarse en demostraciones más contundentes”, expresaron. “Por algo los tres imputados que no están condenados por otras causas – Maximiliano Lagos, José Jafri y Néstor Cau -, llegaron al proceso en libertad. Siempre se atuvieron a las condiciones que les fijó la justicia”, precisaron.

También se espera la declaración por escrito del actual ministro de Seguridad, Daniel Jará, que en 2007 presidió la comisión investigadora. Además, este lunes brindará su testimonio la médica especialista en genética forense, María Belén Rodríguez Cardozo. Después, quedará abierto a las definiciones de los defensores. Tienen su propia lista de testigos, pero todo dependerá de cómo avance la parte acusadora en la presentación de su teoría del caso.