No llega a ser “paco”. No llega a ser “yerba”. No es nada y puede ser todo. La consumen pibes y adolescentes que no alcanzan a juntar para consumir un producto de más calidad. Viven en la completa marginalidad y buscan un atajo que los aleje de una realidad angustiante. En los barrios, ese sobrecito de contenido desconocido puede costar unos 800 pesos. Más barato que cualquier otro “consumo” pero con consecuencias que pueden ser devastadoras. Las agencias que trabajan con adicciones están alertas.

“Toda droga, toda sustancia adictiva, es mala para la salud de las personas. Pero hay drogas que son peores”, comentó la responsable de la Agencia de Prevención de Adicciones en Roca, Susana Macaya. Ese «sobrecito» puede contener hojas de marihuana y pimentón fuerte, disecados y molidos en mortero, mezclados con restos de tubo de iluminación y algún otro producto que se pueda incluir a último momento.

Hace unos meses fue noticia la adulteración de cocaína con otras drogas que producían efectos mortales en sus usuarios. En este caso se trata de una droga completamente adulterada que no mata en el instante, pero que nadie sabe qué consecuencias traerá en el futuro.

Esta mezcla a veces “se prende” (se fuma), pero también se puede aspirar o tomar mezclada con alcohol. Tiene un efecto inmediato y las fuentes consultadas advierten que es muy adictiva. No hay registros en el hospital sobre intoxicaciones con esta sustancia, tal vez porque recién está asentándose en el territorio.

Mientras tanto, llama la atención la liberalidad que existe en algunas redes sociales para ofrecer sustancias peligrosas. En Telegram, por ejemplo, hay muchos grupos donde se ofrecen hojas y flores de marihuana a 1.000 pesos el gramo; pastillas a valores que van desde 400 pesos la unidad (Gato Loco) a los 3.000 pesos que se pide por una “Rolls Royce”.  Y existe una amplia oferta de “amasados” y mezclas.

Otras fuentes indican que un gramo de flores de marihuana de buena calidad puede subir a 1.800 pesos el gramo. Pero si se trata de un producto de El Bolsón (la marca es la marca), puede valor un 50 % más en las calles roquenses.

En la actualidad está creciendo la cantidad de “autoproductores” de marihuana. La posibilidad del uso farmacológico del producto, la posibilidad de fabricar aceites o lociones, la existencia de muchas páginas de internet donde se explican formas de uso alternativos, fomentó esa producción en hogares por personas insospechadas.

Una persona, que se define como consumidor “social” o “recreativo”, comentó que en distintos puntos de la ciudad se pueden adquirir “germinadores” específicos para contener esta producción, adaptados al clima de la región. Esos artefactos pueden variar entre los 15.000 y los 45.000 pesos, dependiendo de la cantidad de luces y aluminio que contengan. «Todo va a depender de lo que quieras hacer. El mejor equipo permite hacerlas crecer más rápido y con más calidad», apuntó.