Se realizó esta mañana la primera de las audiencias de formulación de cargos contra Ramiro “Gitano” Gutiérrez, el joven de Roca que está imputado del homicidio calificado de Facundo Castillo y de otros cinco casos “en grado de tentativa”. El hecho destacado que motivó todo tipo de rumores en Tribunales fue la presencia del mediático (y polémico) abogado Fernando Burlando.

El profesional, junto a un equipo de cuatro asesores, estuvo durante toda la jornada en la sala donde la fiscalía y la querella presentaron su caso, ofrecieron las pruebas y la lista de testigos que piensan convocar durante el desarrollo del juicio. Debido a la gravedad de la carátula y la posible condena – que puede llegar a prisión perpetua -, será protagonizado por un jurado popular.

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Se pudo ver a Burlando y a sus acompañantes tomando notas e intercambiando opiniones sobre el caso. Participaron en calidad de “oyentes”, como público en general, ya que no están matriculados en la provincia. Una versión indicó que fueron invitados por los defensores del imputado, Martín Segovia y Carlos Vila Llanos.

Burlando participó en varios juicios de gran repercusión nacional: fue defensor del jefe de la “barra brava” de Boca, Rafael Di Zeo, en una causa por homicidio; asesoró a los “horneros”, condenados por el homicidio del reportero gráfico José Luis Cabezas; a la falsa médica Giselle Rímolo; al banquero Francisco Truso; y a Alfredo Pesquera, acusado de participar en la muerte del cantante bailantero Rodrigo Bueno. Además de esas presencias en casos resonantes, el abogado participó en varios shows televisivos, como “Bailando por un sueño”.

En esta ocasión, el primero en presentar el caso fue el fiscal general Santiago Márquez Gauna. Luego, el querellante Juan Manuel Coto pidió un par de medidas adicionales y agregó algunos testigos.

Esta historia continuará el 16 de diciembre, cuando los defensores Segovia y Vila Llanos (¿y Burlando), desarrollen su propia explicación de lo sucedido aquella mañana de diciembre de 2021 y propongan a los testigos que apoyen ese relato.

La versión de la fiscalía, apoyada en abundante documentación y la participación de testigos, apunta que el 19 de diciembre pasado, el “Gitano” Gutiérrez tuvo un altercado con los amigos de Castillo, a la salida de una fiesta en el predio La Nonina, de Cipolletti. Luego, se subió a la camioneta BMW 1, salió hacia la ruta 22 , pero hizo un giro en U para regresar a toda velocidad y atropellar al grupo “con intenciones de matar”.

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La defensa no negó que Gutiérrez haya manejado el vehículo, pero intenta presentarlo como un accidente: “regresaba para buscar a un amigo que había quedado en el predio” y “fue víctima de un ataque de pánico incontrolable”.

El juicio oral y público, con la participación de un jurado popular, se realizará probablemente en marzo del año que viene.