La jueza de Garantías, Agustina Bagniole, resolvió prolongar hasta mañana las 13 hs el cuarto intermedio para definir la situación procesal de Luis Omar Jiménez, el único acusado por el homicidio del comerciante roquense Carlos Curruqueo. La fiscalía y la querella solicitaron la prolongación de la prisión preventiva por un nuevo período de cuatro meses, mientras que la defensa pidió el levantamiento de la medida y en todo caso, la atenuación con prisión domiciliaria.

La demora en tomar una decisión habla a las claras de lo complicado que se presenta el panorama para la magistrada. Por un lado, está el pedido de extender el plazo de preventiva formulado por la acusación, en consonancia con la resolución que adoptó el Tribunal de sumar otros cuatro meses para la realización de las pericias faltantes. Por otro, el reclamo de la defensa, que entiende que la prisión preventiva es una medida excepcional que no se justifica en esta situación. En enero, la misma jueza no tuvo dudas a la hora de dictaminar la preventiva para el acusado; y lo hizo por el plazo máximo que le estipula la ley en esa instancia que era de cuatro meses.

Carlos Curruqueo desapareció el 14 de octubre del año pasado, cuando había ido a reclamar a Jiménez por el pago de una camioneta, aproximadamente 1,8 millones de pesos. A partir de allí no se supo más nada del hombre hasta que enero un peón rural encontró la camioneta Kangoo enterrada en un sector aledaña a la chacra en que vive Jiménez. El cuerpo del hombre estaba oculto en el baúl.

La fiscalía, representada por la adjunta Jullieta Della Cha, justificó el pedido de mantener al acusado con prisión preventiva en la posibilidad de amedrentar a testigos y de entorpecer la investigación. Para la fiscal, no se trata solo de una posibilidad teórica porque ya en su momento lo hizo “al desviar la atención de la pesquisa” con falsedades como que se había marchado a Santa Rosa. También apuntó que se necesitan terminar algunas pericias balísticas, que permitan comparar los plomos que se extrajeron del cráneo del infortunado comerciante, con las dos armas secuestradas durante los diferentes allanamientos. También se debe realizar una pericia de compatibilidad entre la lona con la que apareció envuelto el cuerpo de Curruqueo.

 El abogado defensor, Michel Rishman, rechazó la posibilidad de extender la preventiva y enfatizó que “no es una causa compleja, sino que la prueba que existe no vincula a Jiménez con el crimen cometido” y responsabilizó a la Fiscalía por estar ganando tiempo. “Dicen que hay indicios, pero los indicios tampoco son claros”, apuntó. En concreto, la estrategia de la defensa apunta a sembrar dudas sobre la personalidad de Curruqueo, al afirmar que “tenía muchos enemigos en el barrio” de María Elvira, donde fue hallado muerto. Y resaltó la figura de quien es su “testigo clave”: un vecino de Curruqueo, Ramon Schiritip, quien aseguró haberlo ayudado a poner en marcha un vehículo el domingo 17 de octubre, día de la madre, tres días después de su desaparición.

Para Rishman, la prisión preventiva “debe ser excepcional”, enfatizó que Jiménez “tiene derecho a esperar el juicio en prisión domiciliaria”, para lo que ofreció un domicilio en Cipolletti.

Para la querella, representada por Leonel Herrera Montovio, se necesita mantener la preventiva por cuanto el detenido ya produjo entorpecimiento de la causa y se necesita “proteger esta cadena de evidencias” que apuntan contra Jimenez. “Es menester cautelar a la señora Andrea Leal, que era la pareja de Curruqueo, que vendrá a contar en juicio determinados hechos”, apuntó.

Mañana se conocerá finalmente la definición de la jueza de Garantías.