La familia del soldado Pablo Córdoba, quien falleció de dos balazos en la cabeza en el cuartel de Zapala, continúa insistiendo en que su muerte fue ocasionada por uno o más compañeros de armas y denuncia un presunto encubrimiento en la causa judicial.

Desde el principio de la investigación, el juez federal subrogante Hugo Horacio Greca, titular del Tribunal Federal de Apelaciones de Roca, ha estado a cargo del caso, aunque los familiares cuestionan su imparcialidad y creen que está defendiendo los intereses de la cúpula militar. El juez cambió la carátula del caso a homicidio en noviembre, luego de que las actuaciones se centraran en la hipótesis de un suicidio respaldada por la cúpula militar.

Los familiares del soldado critican la explicación del juez de que Córdoba se suicidó con dos balazos en la cabeza sin dejar rastros de pólvora en sus manos, según los resultados de los peritajes incluidos en la causa. La madre del soldado, Natalia Uribe, señala que ya han pasado siete meses desde que su hijo fue encontrado sin vida y considera que el juez no ha hecho lo suficiente para encontrar la verdad desde el comienzo de la investigación: «El juez tendría que estar más apurado para investigar esto y cerrarnos la boca claro» declaró Uribe en LU5.

Uno de los puntos de conflicto entre el juez y los familiares fue en la realización de la reconstrucción de los hechos, donde el juez habría echado a los gritos a la hija de Uribe y humillado a la familia. La madre del soldado argumenta que su hija debería tener derecho a participar en el proceso judicial como víctima y que este trato por parte del juez fue sumamente injusto.

«Lo que colmó el vaso fue el día 26 de diciembre cuando fuimos a hacer la reconstrucción de los hechos, adonde el juez echó a los gritos a mi hija, la humilló delante de todo el mundo, le gritó y nos gritó a todos ahí para que mi hija se retira del lugar» relató Uribe.

Como resultado de esta situación, la familia presentó una denuncia contra el juez con la esperanza de que sea apartado del caso, considerando que su imparcialidad es fundamental para que la investigación avance. Al respecto, Uribe sostiene que solo quieren saber quién mató a su hijo y que el juez les está dificultando este proceso.