La propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, de enviar tropas de la OTAN a Ucrania para frenar a Rusia fue rechazada enérgicamente por la alianza atlántica y varios gobiernos europeos. Incluso, Bulgaria advirtió sobre la posibilidad de un conflicto con armas nucleares si algún país miembro de la OTAN envía tropas a Ucrania.

El presidente búlgaro, Rumen Radev, manifestó su preocupación y alertó sobre el riesgo de una escalada extraordinaria y un conflicto de proporciones mundiales.

El mandatario galo había planteado la idea durante una conferencia en París para apoyar a Kiev en la guerra, pero rápidamente recibió desautorizaciones tanto de la OTAN como de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España, Italia, Polonia, Suecia y República Checa.

En una clara declaración, la OTAN afirmó que no tiene planes de enviar tropas de combate al terreno en Ucrania. Por su parte, diversos gobiernos europeos rechazaron la idea, dejando claro que no enviarán soldados a suelo ucraniano.

La Casa Blanca no dejó dudas sobre su postura, asegurando que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no enviará tropas a combatir en Ucrania. La estrategia del gobierno estadounidense apunta a la aprobación en el Congreso de una ayuda militar bloqueada como camino hacia la victoria.