“No va a funcionar” pudo haber pensado algún fanático de las nuevas tecnologías. En este mundo de las multipantallas, la hipercomunicación, la super velocidad y la satisfacción instantánea, quién va a tomarse del tiempo y la paciencia para coleccionar figuritas de algo tan efímero como el Mundial de fútbol… Pero quizás ahí estaba el secreto: lo efímero, la fecha de vencimiento, lo que le daba un atractivo diferente. Un desafío: llenar el álbum antes de que el 18 de diciembre se dispute la última fecha del campeonato en Doha.

Y el marketing funcionó aún en aquellos países que no lograron clasificar a la cita mundialista. En la Argentina de las crisis inflacionarias llegó a convertirse incluso en un problema de gobierno, con oficialismo y oposición repartiéndose responsabilidades por la falta de los dichosos paquetes de figuritas. Amenazas de marchas y escraches incluidos.

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Hubo también una despiadada competencia entre los distintos centros de venta, en la que los hipermercados intentaron hacer valer su poder de distribución sobre los kiosqueros. Y esto obligó a una intervención de la secretaría de Comercio para encontrar un punto de equilibrio.

Las redes sociales ayudaron para que este efecto se multiplique primero, y se faciliten los intercambios después. Los “buscadores” fueron organizándose de tal manera que se notaba que no eran sólo los más chiquitos de la casa los que querían completarlo. Aparecieron las páginas (abiertas o cerradas), para el intercambio por ciudad o por región; los sitios de venta por market place; las presentaciones en excell para ilustrar las “figus” faltantes; tablas de conversión que iban variando de acuerdo a las necesidades de los negociadores.

Para los más chicos y los preadolescentes, es una oportunidad de ir aprendiendo ciertos “códigos” del intercambio comercial. Y en la ciudad, se juntan a las tardecitas en “la manzana”, la esquina de la Avenida Roca y el Canalito, con las repetidas en un bolsillo y la lista de las faltantes en la mano. “Ya no compran más; con la cantidad de repetidas que tienen, ahora van al canje y se vuelven con 30 figus nuevas”, contó una mamá entusiasmada. Tal vez pensando en el ahorro para la economía familiar. Algún kiosco promociona también “juntadas” de intercambio en la vereda, durante alguna mañana de sábado, para de paso incluirse como un punto de referencia.

Además, en Facebook se puede ingresar al grupo Intercambio de figuritas Panini Qatar 2022 – General Roca. En principio, es privado, aunque el espíritu que los anima es el de máxima participación. Allí se encuentra de todo.

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Desde los que venden las que les sobran (a 50 pesos cada una), a los que les están faltando 10 imágenes para completar y ofrece otras para canjear.  Claro que, al igual que en el mercado de pases del mundo real, las cotizaciones suben según se trate de la “estrella”. La del polaco Lewandowky, por ejemplo, se ofrecía a 300 pesos. Y el francés Mbappé, llegaba a los 500 pesos por unidad.

En los distintos grupos algunos ofrecen las imágenes en versión digital para después imprimirlas en algún papel auto adhesivo. No tienen los hologramas, claro, pero al menos pueden satisfacer el deseo de terminar la colección. Ese pack de imágenes se ofrecía a 1.500 pesos, mientras que un set completo (impreso de esta forma), con las 32 selecciones, los escudos y las grandes figuras se cotizaba a 7.000 pesos en el market place local.

Este particular mercado de figuritas permite comprar paquetes de figus a 230 pesos, aunque el vendedor aclara que no entrega a domicilio. Las figus “individuales” comunes cuesta 50 pesos, mientras que ofrece las “doradas” por 100 pesos cada una.