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La pirotecnia, prohibida en Roca por ordenanza: ¿Funcionará este año?

La pirotecnia, prohibida en Roca por ordenanza: ¿Funcionará este año?:

En octubre del año pasado se aprobó, por mayoría, la ordenanza que prohíbe la comercialización, transporte, almacenamiento y fabricación de artículos pirotécnicos con efecto sonoro en todo el ejido municipal de General Roca. Establece multas progresivas, que van desde 16.500 a 550.000 pesos y la posible clausura del local. ¿Será realmente un disuasivo para la utilización de esos elementos o se vendrá un período de sufrimiento para niñas y niños con espectro autista?

Durante el último fin de año, decenas de vecinos indignados denunciaron en las redes sociales el incumplimiento de la norma. Por unos interminables minutos, la ciudad pareció rodeada por un estruendo que paralizó los corazones de las familias afectadas. Lo que una semana antes había parecido un éxito, con una menor utilización para la Navidad, se desató después en un vendaval sonoro.

¿Qué falló? Desde los comercios se manifiestan algunos enojos porque, argumentan, los controles municipales no sirven si en las localidades vecinas se puede conseguir cualquier tipo de artículo pirotécnico. Desde la municipalidad, se argumenta que es casi imposible poder interrumpir ese tráfico hormiga que sigue canales informales. En cambio, para las familias afectadas hay falta de voluntad en hacer cumplir una norma que busca una igualdad de derechos para todos los roquenses. Contemplando, claro, a los que padecen el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

En la argumentación de la ordenanza, se destaca la necesidad de “concientizar sobre el daño que sufren los niños, niñas, adolescentes, adultos, y en particular las personas que sufren trastorno del espectro autista (TEA), y Trastorno Generalizado en Desarrollo (TGD), Síndrome de Down, entre otros síndromes, siendo una de las características de estos trastornos la sensibilidad auditiva, y las que más se ve alterada”.

En el siguiente párrafo apunta que estos niños “generalmente se tapan muy fuerte los oídos, tienen crisis de llanto e incluso llegan a autolesionarse. Toman una posición agresiva para comunicar que los ruidos les molestan, aun cuando se trata de proteger a los niños/as con tapones en los oídos, y cerrando puertas y ventanas, ya que cada estruendo implica un daño, un sufrimiento para ellos”.

La prohibición establecida en la ordenanza alcanza a la fabricación, almacenamiento, tenencia, comercialización, venta ambulante, entrega gratuita y uso particular de cualquier elemento que pueda clasificarse como artículo pirotécnico ruidoso. Tampoco se pueden comercializar los conocidos “farolitos chinos pirotécnicos”.

Las únicas excepciones son los artificios pirotécnicos que usan para emitir señales de auxilio, emergencia o lucha antigranizo; o las utilizadas por las fuerzas armadas y de seguridad; defensa civil o destinados a uso industrial o minero.

Y quienes deseen mantener la costumbre de festejar de este modo, tienen la posibilidad de utilizar los artículos de efecto lumínicos. Sin ruido, claro.

Proyecto a nivel provincial

La Defensora del Pueblo, Adriana Santagatti, presentó a la Legislatura provincial un proyecto que prohíbe la tenencia, comercialización y transporte de elementos pirotécnicos y de cohetería en todo el ámbito provincial. Los define como los destinados “a producir combustión o explosión, efectos visibles, mecánicos o audibles al ser encendido por fuego, fricción, golpe o detonación”.

La defensora remarcó que “hay personas que llegan a tener una sensibilidad 20 veces superior a cualquier otra que hace que este tipo de estruendos genere no sólo efectos en su audición sino que provoca la inflamación del oído interno, descomposturas generales, convulsiones. Imagínense como se preparan los papás, las mamás, frente a esta situación en virtud de las fiestas o también en cualquier otro festejo donde el común de la gente utiliza este tipo de elementos para celebrar”.

Santagatti precisó luego que cuando “se escucha los padecimientos que sufren las personas con TEA y su entorno familiar, ahí es donde realmente se toma conciencia que hay un derecho vulnerado y que debe ser garantizado por el Estado”.

 

 

 

Gentileza anr

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