Una serie de estampidos en la noche conmocionó a las familias de Puente 83 y del sector Martín Fierro. Los más animosos, se animaron a salir; la mayoría prefirió quedarse a resguardo. Algunos gritos y amenazas cruzaron el aire. Mónica Valledor, condenada por narcotráfico y con el beneficio de prisión domiciliaria, la había emprendido a los tiros contra una vecina.

Entonces sí, se unificaron las dos causas y se llegó a un juicio abreviado, en el que Valledor reconoció su responsabilidad y recibió el beneficio de pasar los cuatro de prisión en forma domiciliaria. Pero para eso debía cumplir una serie de pautas de conducta. Balear a una vecina y escapar de su domicilio durante más de tres días no figuraban entre ellas.

La cuestión es que Valledor tendrá que rendir cuentas por ese hecho ante la justicia provincial, en una causa que fue caratulada como tentativa de homicidio. Como tiene hijos menores, se le volvió a conceder la prisión domiciliaria con control de una tobillera electrónica.

Pero la fiscalía federal interpretó que el violento episodio ocurrido hace diez días no podía dejarse pasar por alto. El acuerdo con el Tribunal Oral Federal de Roca establecía pautas de conducta, por lo que pidió formalmente la revocatoria y el encarcelamiento de Valledor. Ante esa situación, el juez federal dispuso terminar el beneficio y que cuando finalice el juicio en el tribunal penal de Cipolletti, sea trasladada a la cárcel de mujeres de Santa Rosa.