Algunas actividades económicas de la ciudad están sufriendo el impacto de la inestabilidad económica. Las cervecerías artesanales de la ciudad, por ejemplo, están sintiendo el sacudón que implica los incrementos de sus insumos y el hecho de no poder trasladar esos mayores costos al precio de la birra. “Por suerte no hay recesión, porque consumo sigue habiendo; pero todo se complica”, explicó Marcos Miquelez, uno de los propietarios de Politburó.

En la cuenta de Facebook de la popular marca roquense, Marcos posteó: “La cerveza artesanal no atraviesa por estos días una gloriosa época dorada. Si le sumamos al bajo consumo propio de la época, al ocasionado por el aumento generalizado y sostenido de los precios, el panorama oscurece y mucho”.

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Y resaltó un ejemplo concreto: “Los proveedores de maltas no dudan en aplicar subas de más del 30 %. Si esto no se controla, los que pierden serán quienes intenten vivir de la producción, porque ¿qué bolsillo es capaz de actualizar los ingresos como los aumentos impuestos por estos monopolios?”. Y claro. “Son aumentos que no se pueden trasladar a la pinta”, explicó después en un contacto telefónico.

Los insumos aumentan, y también aumenta la competencia: algunas fábricas de cerveza de Bariloche han “inundado” el mercado roquense con un producto que llega a menor precio que las locales. Y también está la situación de las instaladas en la otra orilla del río Neuquén: el mercado neuquino tiene una dinámica diferente, lo que les permite abaratar costos y tener una escala mayor de sus negocios.

Y las de Bariloche llegan en este momento de “temporada baja” en la zona cordillerana, luchando por un mercado que es siempre el mismo. “Ojo, nosotros también vamos a otras ciudades para tratar de ganar nuevos clientes. Lo que decimos es que algo tenemos que hacer los productores locales para hacer frente a esta nueva situación”, explicó.

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A su criterio, el “consuma local” es un concepto “que hay que regarlo y darle cariño, ya que de otro modo en épocas de compras digitales y a distancia, es más probable que sea un slogan que haya nacido muerto”.

Por eso, propuso buscar acuerdos entre “los productores de la ciudad, con escalas similares, situaciones también similares y tratar de hacer frente entre todos a esta situación. Porque recuerden aquella canción queridxs amigxs, aquella que con sus ecos nos recuerda una década que no queremos volver a repetir. En esta globalización todos los globos se revientan”.

Algunas actividades económicas de la ciudad están sufriendo el impacto de la inestabilidad económica. Las cervecerías artesanales de la ciudad, por ejemplo, están sintiendo el sacudón que implica los incrementos de sus insumos y el hecho de no poder trasladar esos mayores costos al precio de la birra. “Por suerte no hay recesión, porque consumo sigue habiendo; pero todo se complica”, explicó Marcos Miquelez, uno de los propietarios de Politburó.

En la cuenta de Facebook de la popular marca roquense, Marcos posteó: “La cerveza artesanal no atraviesa por estos días una gloriosa época dorada. Si le sumamos al bajo consumo propio de la época, al ocasionado por el aumento generalizado y sostenido de los precios, el panorama oscurece y mucho”.

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Los insumos aumentan, y también aumenta la competencia: algunas fábricas de cerveza de Bariloche han “inundado” el mercado roquense con un producto que llega a menor precio que las locales. Y también está la situación de las instaladas en la otra orilla del río Neuquén: el mercado neuquino tiene una dinámica diferente, lo que les permite abaratar costos y tener una escala mayor de sus negocios.

Y las de Bariloche llegan en este momento de “temporada baja” en la zona cordillerana, luchando por un mercado que es siempre el mismo. “Ojo, nosotros también vamos a otras ciudades para tratar de ganar nuevos clientes. Lo que decimos es que algo tenemos que hacer los productores locales para hacer frente a esta nueva situación”, explicó.

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A su criterio, el “consuma local” es un concepto “que hay que regarlo y darle cariño, ya que de otro modo en épocas de compras digitales y a distancia, es más probable que sea un slogan que haya nacido muerto”.

Por eso, propuso buscar acuerdos entre “los productores de la ciudad, con escalas similares, situaciones también similares y tratar de hacer frente entre todos a esta situación. Porque recuerden aquella canción queridxs amigxs, aquella que con sus ecos nos recuerda una década que no queremos volver a repetir. En esta globalización todos los globos se revientan”.