Mientras los costos se disparan, los ingresos permanecen estables. Esto, una realidad para cualquier asalariado, es también una ley insalvable para los municipios regionales. Y cuando tienen que definir la organización de una fiesta popular, como la Manzana o la Confluencia, el lápiz y la calculadora tienen que hacer horas extras. El secretario de Cultura a un lado; el de Hacienda al otro.

Cualquier intendente, por su parte, buscará el equilibrio: hasta dónde llegar para conseguir el impacto popular que se busca con una organización de este tipo, sin empeñarse y sin abandonar obras cruciales para la ciudad durante el año. Es que, como decía un veterano dirigente rionegrino, “todo dependerá finalmente del tamaño de la billetera”. Que es lo que determinará hasta donde llegar porque, se sabe, los ingresos por venta de espacios comerciales en el predio y la publicidad cubrirán sólo una parte de los gastos.

Sólo en contratación de artistas, la municipalidad de Neuquén capital destinó para su fiesta de la Confluencia un total de 78 millones de pesos. La Fiesta de la Manzana, mientras tanto, todavía no tiene un balance general. Los criterios de ambas organizaciones fueron similares: traer bandas o artistas sumamente convocantes, que representen a las diferentes generaciones y que atraigan a los amantes de los géneros más atractivos del momento. La inversión es muy grande y se busca un impacto masivo. No es cuestión de improvisar o de apostar por alguien poco conocido.

Por eso Roca apostó por Los Palmeras, María Becerra y La Sole para el cierre de los tres días que duró la Fiesta de la Manzana. Y Neuquén fue por Damas Gratis, La Konga, Divididos, Mau y Ricki, y Tini (por lejos, la artista de más alto cachet), para cerrar cada una de las cinco jornadas.

A la hora de las comparaciones, deberíamos arrancar por la diferencia entre ambas ciudades. Y si la Manzana es una fiesta tradicional y representativa de todo el Alto Valle, el presupuesto 2022 de la municipalidad de General Roca llega a 3.940 millones de pesos. La de la Confluencia, más nueva pero con más recursos, tiene el respaldo de Neuquén capital y la bonanza de la coparticipación de regalías: el presupuesto de este año es de 25.958 millones de pesos.

Puede ser un tamaño de escalas: las estimaciones demográficas dan para General Roca una población de 120.000 habitantes en 2022; y mientras que en Neuquén estarían viviendo unas 414.000 personas. Esto daría que mientras la intendenta María Emilia Soria dispone de 32.833 pesos por habitante durante ese año; su par neuquino Mariano tendrá 62.800 pesos por habitante. Prácticamente el doble. Una magnitud que se mantiene en las últimas dos décadas y que explica la diferencia de velocidad en el crecimiento entre una orilla y otra del río Neuquén.