El temporal de agua que cayó durante la semana en la región no alcanzó a complicar el ritmo de trabajo en las chacras. Se encuentran en plena cosecha de la pera, pero los más de 100 mm caídos no representaron grandes inconvenientes. “Los que venían más atrasados por ahí tendrán una demora de un par de días, pero no más que eso”, dijeron los productores consultados.

Según los datos de la estación del INTA, en la zona de General Roca cayeron 110 mm en los dos días de grandes lluvias. El Servicio Meteorológico, en su estación Cipolletti registró una lluvia de 113,2 mm.  Para medir el impacto sirve comparar con el promedio del trimestre enero – febrero – marzo de los últimos 50 años, que es de 29 mm. Es más: en dos días llovió más que lo que habitualmente llueve durante la primera mitad del año.

Sin embargo, esa precipitación no incidió en las chacras por la gran sequía que venía sufriendo la región. “La tierra absorbió rápidamente y donde no alcanzaba, las obras de drenaje hicieron su trabajo así que ya ayer se estaba trabajando con normalidad”, puntualizó un productor. Además, la cosecha será “corta”: las heladas tardías y el granizo produjeron una disminución considerable en la cantidad de fruta en el monte.

También se destacó que la lluvia contribuye a mejorar la calidad de la manzana, que todavía espera su momento: “la humedad y la baja de la temperatura ayuda a darle un color más comercial”, precisaron.

Otro chacarero comentó que “complica más un feriado tan largo como el de Carnaval, en plena temporada de cosecha”. Explicó que estos francos deberían agregarse al finalizar la temporada y no cortar la actividad en medio de una actividad tan importante. “La cosecha no espera”, remarcó.