Durante la madrugada las llamas consumieron el vehículo y el cuerpo de bomberos debió asistir rápidamente para evitar que se propague. Tanto el motor de la camioneta como zonas del interior quedaron totalmente destruidos, por lo que se consideró pérdida total del vehículo.

El mismo se encontraba en calidad de secuestro, ya que había protagonizado un accidente vial en la ruta, en el cual falleció una mujer embarazada. Se afirmó que luego del incendio se realizarían las pericias para determinar qué había causado el incendio.

Especialistas del Cuartel de Bomberos finalizaron con los trabajos periciales en la investigación del vehículo y determinaron que se trató de un incendio accidental, según informaron fuentes judiciales.

Los peritos que llevaron adelante las tareas consideraron que el foco se inició por problemas eléctricos de la camioneta, por lo cual descartaron la hipótesis de que el incendio haya sido provocado intencionalmente.

Al haber estado involucrada en un choque fatal, se podría haber ocasionado en ese momento algún problema técnico en el vehículo, lo cual días después provocó su propio incendio.