El debate por la adhesión al Régimen de Incentivo para las Grande Inversiones (RIGI) en Roca generó algo que jamás había ocurrido en el sorismo desde que gobierna la ciudad, desde el 2003. Tres de los siete integrantes del concejo que son parte del oficialismo rechazaron la adhesión, cuatro votaron a favor y a esta postura se sumó la única opositora.

El debate fue acalorado y a pesar de que constantemente los disidentes aclararon que esto no rompe el bloque ni el trabajo que vienen realizando, hubo argumentos fuertes que dejaron a las claras que el sorismo tiene importantes diferencias adentro. 

Cabe recordar que Nicolás Paschetta, Juan Mercado y Nadia Ortiz, que rechazaron el proyecto de adhesión, no son del riñon de los soria. El primero, elegido presidente del bloque por sus compañeros de bancada, viene de la «Leonardo Favio»; el segundo de su militancia histórica en el Partido Comunista y la tercera de la CCC que responde al Partido Revolucionario del Pueblo (PCR).

En contraposición, Natalí Giordanella, Cecilia Collueque, Pablo Bustelo y Juan Garabito dieron el voto positivo. Belén Bavastri, de Juntos Somos Río negro también y en su exposición celebró que había «olor a democracia» en el recinto. También aprovechó para volver a cuestionar la falta de servicios en el Parque Industrial y la falta de oportunidades para que las empresas se instalen en Roca y que elijan constantemente hacerlo en otros municipios de la zona.

Por su lado, La Libertad Avanza (LLA) de Roca celebró la adhesión pero no sin cuestionar duramente a quienes la rechazaron: «Expusimos al kirchnerismo zurdo de Roca» y agregaron que lograron romper «la unidad del kirchnerismo roquense» donde «primó la cordura».

Por último advirtieron que «No se hizo más que adherir, es insuficiente, se podría haber hecho más en materia de beneficios impositivos y de tasas municipales. Aún así la potencia del RIGI va a demostrar que, aunque el kirchnerismo no ayude, ponga palos en la rueda o mire para otro lado, el progreso llegará proque nuestra ciudad esta destinada a ser el faro que guíe el camino en Río Negro».

La crítica más dura a esta adhesión, llegó del lado del Movimiento Evita, que no tiene representantes en el Concejo, pero que si ha sido un aliado estratégico en más de una oportunidad del sorismo, tanto a nivel local como provincial: «actuar por presión del poder no es gobernar».

«Ante el argumento de que no puede hacerse otra cosa en el contexto político actual, cabe reflexionar en las decisiones, un poco más soberanas, de la provincias vecinas de Neuquén y Buenos Aires, donde al menos buscaron adaptar la normativa con condiciones claras. En nuestro caso, adherir a libro cerrado, sin condiciones es un acto de irresponsabilidad inocultable«.

Además, hablaron de un sometimiento a cambio de poder negociar obras o recursos: «La decisión de los ejecutivos municipales ha sido dada pura y exclusivamente por la presión del Gobierno Nacional a cambio de futuras posibilidades de gestión de recursos y no de la necesidad de fomento a la industria».

«Denunciamos está entrega lisa y llana y llamamos a no bajar las banderas que sostuvimos en resistencia todos estos meses contra el saqueo neocolonial libertario, felicitando por otra parte a todos quienes se opusieron a estos proyectos de adhesion con coherencia y valentía» finalizaron.