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Lo que tenés que saber sobre los perros de razas peligrosas

Lo que tenés que saber sobre los perros de razas peligrosas:

Hay muchas razones para adoptar un perro como mascota para el hogar, pero tal vez las más escuchadas son las de la compañía y la seguridad. En esta última categoría, empiezan a aparecer algunas razas que son reconocidas por su agresividad y, lamentablemente, en más de una oportunidad son noticia por atacar a las personas. Por eso es importante tener algunas precisiones antes de incorporar a uno de estos animales en la vivienda.

La más importante es saber que un perro necesita del ejercicio diario para desgastar energías y que dejarlo encerrado solo puede desatar algunas de sus cualidades más belicosa; y tener las vacunas al día. Pero especialmente, tener en cuenta que cada animal tiene su “personalidad” y que hay que tener en cuenta sus necesidades.

Según la ordenanza de General Roca, las razas “potencialmente peligrosas” son el rottweiler, pitbull terrier, dogo argentino, fila brasileño, american staffordshire, staffordshire bull terrier, mastiff, bullmastiff, doberman, dogo de burdeos, mastín napolitano, bull terrier, presa canario, schnauzer gigante, akita inu, ovejero alemán o belga y el cimarrón uruguayo. Son animales de gran porte y peso que en el caso del mastiff (el mastín inglés), pueden llegar a los 100 kilos y 80 centímetros de alzada.

También establece la creación de un Registro Municipal de Perros Potencialmente Peligrosos, donde consten los datos del animal y de su propietario, que deberá ser mayor de 18 años, y a quien se le entregará un instructivo de crianza.

Una guía práctica para reconocer a uno de estos animales pasa por su apariencia física: fuerte musculatura, robusto, y de configuración atlética, agilidad; perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros; altura de la cruz de entre 50 cm y 70 centímetros; peso superior a diez kilogramos (10 kg); cabeza voluminosa, cuboide, robusto, con cráneo ancho y grande; y mejillas musculosas; mandíbulas grandes y fuertes; boca robusta, ancha y profunda; cuello ancho, musculoso y corto, y pecho macizo, ancho y grande;

La norma legal deja abierta la posibilidad de incluir nuevas razas, pero también suma a las cruzas de las razas mencionadas y a los perros adiestrados para el ataque o defensa. Y hablando de tamaños, agrega a los ejemplares que “por su gran porte y/ o que hayan evidenciado antecedentes de agresión hacia personas u otros animales”.

Como norma de seguridad general, la ordenanza precisa que para pasear a un perro en general debe tener “un método de sujeción apropiado de acuerdo a las características del mismo”, que puede ser un collar y correa; pretal y correa; y bozal “en caso de ser necesario”. Para los ejemplares más grandes, ya establece que el bozal es obligatorio y adecuado a “las características del tamaño del hocico del can”.

Por otra parte, las instalaciones que alberguen a canes potencialmente peligrosos deberán extremar las medidas de seguridad necesarias para impedir que puedan salir y cometer daños a terceros. Y los propietarios tienen que advertir su presencia mediante carteles.

Por otra parte, la norma local establece algunas de las características que tiene que tener el espacio destinado a albergar a cualquier mascota: un lugar cercado o con tapial que impida la salida a la calle o a propiedades vecinas; con espacio no inferior a los tres metros cuadrados de superficie; y el mantenimiento de las instalaciones para que no generen olores o focos infecciosos.

Una legislación europea

En España, las condiciones para tener un perro de una raza reconocida como “potencialmente peligrosa”, son mucho mayores:

  • El propietario debe tener la mayoría de edad;
  • Debe presentar un certificado de antecedentes penales;
  • Más un certificado de aptitud psicológica;
  • contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra una cantidad superior a 120.000 euros;
  • Identificar al animal con microchip;
  • Y la cartilla de vacunación al día
Gentileza anr

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